Los dos reductores de velocidad instalados en la variante al aeropuerto José María Córdova de Rionegro siguen causando tacos y accidentes en este corredor vial del Oriente antioqueño.
“Vivo en Medellín y viajo con frecuencia a Bogotá, antes de que instalaran esos resaltos, me demoraba 45 minutos del aeropuerto a mi casa; ahora me demoro una hora”, asegura el ciudadano Luis Miguel Verbel Contreras.
Aunque los resaltos están debidamente señalizados, a muchos conductores y viajeros no frecuentes los sigue tomando por sorpresa.
Los resaltos son una medida provisional de la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Envigado. “Fueron ubicados en este sitio porque allí está el acceso a la vereda Perico, del Municipio de Envigado, en una curva muy difícil que hace que la maniobra de cruce sea totalmente peligrosa”, explica Jorge Eliécer Gutiérrez Pérez, funcionario de la Gerencia de Proyectos Estratégicos de la Gobernación de Antioquia.
El objetivo es desplazarse de forma segura y sin obstaculizar el tránsito.
