Sin la materia oscura no habría galaxias ni existiríamos nosotros, pero esa elusiva y aún poco entendida materia parece ausente de las galaxias lejanas de acuerdo con un estudio publicado en Nature.
Las estrellas de las regiones externas de algunas de esas galaxias se mueven más despacio que las del centro, revelando ausencia de materia oscura según el estudio, que de ser confirmado podría llevar a reconsiderar el papel que jugó en la evolución galáctica.
En contraste, por ejemplo, las estrellas en las zonas más alejadas de nuestra galaxia, la Vía Láctea y de otras cercanas, se mueven más rápido. Si la materia visible de una galaxia está inmersa en una nube de la invisible materia oscura, la gravedad de esta última puede explicar las velocidades estelares.
Los astrónomos esperarían que eso fuera igual para todas las galaxias, pero no es así, explicó el coautor del estudio, Stijn Wuyts, de la Universidad de Bath en Inglaterra.
En su artículo los autores presentan algunas explicaciones posibles a esas diferencias en la velocidad de las estrellas, pero nos e sabe cuál es la correcta.
Es decir, no se entiende bien cómo se formaron los discos galácticos al comienzo del universo.
Podría ser que las explosiones de estrellas y los vientos de los agujeros negros hayan alejado la materia oscura del centro de esas galaxias, o esta está distribuida en una escala de cientos de miles de años luz, mientras el gas y las estrellas en esas primeras galaxias interactúan también en una gran escala.
Lo cierto es que allí debe estar la materia oscura, porque según lo que se entiende, no podría haber galaxias sin ellas, pues esta se mezcla con la materia ordinaria. En esas primeras galaxias parece más oscura que de costumbre.
Se considera que la materia oscura constituye casi el 27% del universo, mientras la ordinaria, esa de la que estamos hechos nosotros y todos los cuerpos que vemos, casi el 5%.