Al hombre moderno podría definirlo una frase en latín: procrastinare humanum est.
Procrastinar es esa costumbre moderna de aplazar o dejar para después alguna actividad o tarea.
En la actualidad procrastinar es tan humano como respirar.
Sin embargo, ese hábito terminó por crear una de las leyendas más extendidas de la actualidad laboral: que no hay tiempo para nada y que por eso hay que trabajar más y más horas, fines de semana incluidos.
Si bien es cierto que entre la inmediatez de las redes sociales y el whatsapp, cada una de las 24 partes en que está dividido el día parece tener menos de 60 minutos, la premisa de que hay poco tiempo y muchas responsabilidades puede refutarse con un simple truco: organización y programación. Pruébelo.
La experta en coaching y gestión del cambio Luz Mercedes Mejía propone algunos puntos que usted puede poner en uso para ganar en eficacia y eficiencia y, por ende, más tiempo para usted.