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Las direccionales no son elementos decorativos

Además de estar atento, al manejar es preciso usar direccionales, espejos y demás elementos del auto.

  • ilustración archivo Elena ospina
    ilustración archivo Elena ospina
21 de julio de 2018
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Hay gente que conduce por necesidad, lo considera una obligación y otra que lo hace por placer y encuentra diversión al tomar los mandos de un automóvil.

Estos tienen en cuenta cada detalle, como la distancia de la silla al volante o la posición de las manos en él.

Pero muchas veces, los primeros hacen aún más aburrida la tarea cuando no tienen en cuenta factores que pueden hacer más agradable, y sobre todo seguro, el proceso de conducir un vehículo, incluso, adquieren comportamientos que dan como certeros, pero que a todas luces no lo son. Algunas de estas acciones las detallamos a continuación.

Direccionales
Es un mito, las luces direccionales no gastan gasolina ni consumen energía excesiva de la batería. Úselas sin remordimiento alguno, sobre todo para avisar a los demás vehículos y a los peatones hacia qué sentido va a girar. Es por su propio bien, el de su carro y el de la paciencia de los demás. Ah, y recuerde, las luces de parqueo no habilitan a nadie para estacionar donde no se debe.

La posición de la silla
¿Sabe usted cómo reglar el asiento del conductor a la hora de iniciar la marcha a los mandos de un automóvil? No debe ser ni muy pegada al volante “para verle la trompa al carro”, ni muy retrasada, para quedar casi acostado y colgando del volante al estilo “miren que cool soy”. Recuerde que la posición ideal es la que le permite semiflexionar la pierna para operar el embrague.

La altura del asiento no debe permitir que las piernas sientan presión y debe dejar ver la carretera. El espaldar del asiento debe estar lo más vertical posible y tener toda la espalda y hombros en contacto con esta parte. Las muñecas deben poder posarse sobre la parte superior del volante sin separar la espalda de la silla. Los reposacabezas deben estar a la altura máxima de la cabeza.

El cinturón de seguridad
Una vez abrochado, debe pasar por el centro de la clavícula, lo más alejado posible del cuello. La zona ventral debe ir ajustada, sin holguras. Debe tensarse con la mano y ajustarlo en altura en los carros que tienen esa posibilidad. Así se evita el denominado “efecto submarino” al momento de un accidente frontal. Esto es, que el cuerpo se desliza por debajo del cinturón cuando no esta tensado.

Llevar objetos sueltos en la cabina
Hay personas que convierten el carro en algo así como un armario rodante o un camión de mudanzas y tienen ropa, zapatos, libros, herramientas, paraguas, lapiceros, llaves, monedas, celulares, discos y hasta casetes en los asientos y las carteras, los cuales pueden convertirse en peligrosos objetos en caso de un accidente, pues al desplazarse libremente por la cabina pueden golpear a los pasajeros causándoles heridas que podrían llegar a ser mortales por la fuerza con la que son despedidos. Lo mejor es no llenarse de “chécheres” y hacer una limpieza constante de cosas que no hacen sino pasear de un lado a otro con nosotros sin utilidad aparente.

Carga por fuera del carro
Otra estampa típica de nuestro “ingenio”, gente que lleva objetos más grandes de lo que la capacidad del vehículo permite. Es así como ve uno automóviles llenos de productos agrícolas y cuya pobre carrocería se arrastra literalmente por el piso, pasando por objetos cuya altura hace comprometer la estabilidad del carro o acomodando neveras y lavadoras en un carro pequeño, con la tapa del baúl abierta y la carga semiamarrada por una despeinada cabuya. Y ni qué decir de varillas y escaleras que superan la longitud del vehículo y van puestas en el techo, únicamente aseguradas por la mano del hombre y un inofensivo trapito rojo. Todo esto es un accidente a punto de suceder. Las cosas, para lo que fueron hechas.

Cómo agarrar el volante
Se ve todo el tiempo, gente que toma la dirección con una sola mano, mientras con la otra sacan el codo por la ventana, o con la manos muy arriba o muy abajo. La posición ideal es la que simula un reloj a las 9:15, es decir, las dos manos casi en el punto más externo de la circunferencia con los pulgares apoyados, en los carros que las traen, en unas molduras para tal fin. Así es posible operar los mandos del volante sin retirar las manos del aro. Tampoco es recomendable cruzar los brazos sobre el timón al girarlo, pues en caso de accidente pueden golpearnos la cara al saltar el airbag.

Reglaje de las luces
Algunos automóviles traen como equipo de norma un botón para alinear las luces. Úselo. Estas no deben apuntar muy arriba, por el contrario, deben buscar la parte de la carretera sin molestar a los vehículos que vienen en sentido contrario. Tampoco sobra hacer la advertencia de solo usar las luces altas en caso de que la vía no tenga iluminación propia y bajarlas cuando aparezca otro automotor en el horizonte.

También cerciorarse de que las luces están completamente encendidas en medias y bajas. Es increíble que se vean circulando de noche carros con las luces apagadas o solo con los denominados “cucuyos” encendidos. Tampoco hay que abusar de los faros antiniebla, pueden ser molestos cuando están ubicados en zonas medias y altas de la carrocería.

Mirar los espejos
No están ahí solo para verse la cara o peinarse. Deben consultarse en todo momento, sobre todo, si vamos a cambiar de carril, a reversar, a frenar, mejor dicho, a conducir. Aprenda también que los retrovisores internos tienen una pequeña palanca para habilitar su uso en el día o en la noche y así evitar deslumbramientos. También es bueno verificar que no se circula con los espejos externos cerrados, en los carros que tienen esta función.

No leer entre líneas
Las carreteras tienen dos líneas pintadas en blanco o amarillo: punteadas y continuas. Cuando la vía está pintada con líneas continuas, es un indicativo de que no pueden realizarse maniobras de adelantamiento porque es una zona de curvas o las rectas son muy cortas de distancia. Y cuando tienen la línea punteada o discontinua, sí permiten adelantar. Es muy sencillo: continua, no adelantar; punteada, adelantar. Y por nada del mundo hacer sobrepasos en curva.

Conservar la distancia entre vehículos
Eso de andar pegado del carro que nos antecede no es muy recomendable. No mantener la distancia de seguridad se traduce en choques por alcance que, según el departamento de Seguridad Vial de Cesvi Colombia y la Agencia Nacional para la Seguridad Vial ANSV, significan el 30,7% de la totalidad de accidentes simples en lo transcurrido del año, y que suelen catalogarse bajo la Hipótesis 121 en el informe policial, se sustentan en la imposibilidad de detener el vehículo ante una maniobra brusca del vehículo de adelante.

Hay que manejar en sano juicio, siempre
Hay gente que dice que “solo un cervecita”, o incluso que “yo con tragos manejo mejor”. Nada más alejado de la realidad. Veamos las cifras:

Según CESVI, Reaccionar ante un evento implica un tiempo que se puede medir desde la percepción de los sentidos, el viaje a la corteza cerebral y la respuesta, que generalmente puede relacionar el sistema muscular con movimientos bruscos o respuestas compulsivas simples o compuestas, entre otros.

No use el celular mientras conduce
Parece mentira, pero todavía hay gente que cree poder usar el celular, chatear, enviar mensajes de audio o actualizar estados en redes sociales al momento de conducir un automóvil, tarea que requiere toda nuestra atención y sentidos. Cuántos accidentes e imprudencias y hasta vidas se salvarían si esperáramos solo un rato para contestar un mensaje o una llamada. Nada es más importante que nuestra vida y la de los demás.

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