Cuatro horas de trayecto pueden ser suficientes para que algunos consideren un viaje en avión como largo. Sin embargo, uno realmente extenso va desde las seis horas y media, como Medellín-Nueva York, hasta el más largo por estos días, Sídney-Dallas, 17 horas y media, ambos sin escalas.
Estar parado en un pasillo que mide 50 cm de ancho y con una altura de 2.20 metros (si el vuelo es un Boeing 737 o un Airbus A320), sentado en una silla de 45 centímetros de ancho y que se reclina máximo 10 grados, a 11.000 metros de altitud, puede ser difícil para muchos y requiere de algunos cuidados si es un trayecto largo.
hágase evaluar de un médico
Según Diego García, médico y especialista en medicina aeroespacial de la Universidad Nacional, para una persona joven es más fácil soportar un vuelo largo que para alguien de una edad avanzada, con una enfermedad o alguna precondición médica. En esos casos, dice el especialista, lo mejor es consultar antes del viaje con el médico o un experto en medicina del viajero, ya que el ambiente de la cabina de un avión comercial puede resultar hostil para ellos.
“Es un ambiente hipobárico, tiene una menor concentración de oxígeno y de presión barométrica. En un avión normal se podría comparar con la presión en Bogotá, y para una persona con enfermedad pulmonar o cardiaca puede ser complicado”. Con una consulta el médico puede recomendar si es necesario el uso de medias comprensivas o concentrados de oxígeno durante el vuelo.
García también indica que quien vaya a volar debe tener en cuenta si va a cruzar diferentes husos horarios para planear cómo debe cambiar o mantener los tiempos de los medicamentos que se debe tomar.
estírese Durante el vuelo
Sergio Agudelo, piloto comercial y consultor de entrenamiento de Easyfly, comenta que hay ejercicios de estiramiento que las aerolíneas comparten en sus revistas para que los pasajeros los realicen durante trayectos largos.
Se hacen con el fin de evitar la mala circulación y las molestias que pueda traer estar tantas horas en la misma posición.
Abrazarse las rodillas mientras está sentado y mantener la posición durante 15 segundos, es uno de los ejercicios recomendado, dice el piloto comercial. El pasajero también puede mover los pies, caminar en el pasillo del avión y flexionar las rodillas, pararse al lado de su asiento y empinarse, o tomar primero un pie, llevarlo hasta la cadera y luego el otro durante 15 segundos. Inclinar la cabeza hacia un lado, permanecer así durante 3 segundos, exhalar, y realizar el mismo movimiento hacia el lado contrario, de estos al menos tres repeticiones.
Cuidado con Los alimentos
Aunque el servicio a bordo en los aviones es cuidadoso con los alimentos que brinda, el pasajero debe ser precavido con aquellos que ingiere. En vuelos largos, en general se brinda una cena o almuerzo y dos refrigerios. Según el médico García, hay que procurar comer liviano y mantenerse hidratado.
“También debe ser cuidadoso con la ingesta de cafeína, bebidas energizantes y carbonatadas, porque durante un vuelo largo el sueño y el descanso se trastornan. El hecho de montarse en un avión hace que el aire y el gas, en sistema gastrointestinal, oídos y senos paranasales se expandan”, señala el médico.
no a los tapones de oídos y somníferos
No se deben usar tapones para los oídos y tampoco medicamentos que produzcan sueño. Sobre los tapones, el especialista en medicina aeroespacial explica que es contraindicado en personas a las que se les tapan los oídos. Se debe procurar mascar chicle, exagerar movimientos que provoquen un cambio en el oído o soplar con la nariz tapada. “Si quiere aislar el ruido use unos audífonos que no penetren el conducto auditivo externo”.
El médico recomienda no tomar medicamentos potentes para el sueño. Menciona que es mejor optar por antiestamínicos. Además, sugiere que los viajeros con condiciones médicas especiales consulten la guía que hay en la página de la Aerocivil para saber qué hacer si tienen un vuelo planeado.
Procure Llevar ropa ligera
Si va a tener un vuelo duradero lo mejor es ir cómodo, sobre todo si tendrá que pasar la noche en el avión. Llevar zapatos cubiertos y evitar sandalias (los aviones son en general fríos), y en el caso de las mujeres no viajar con zapatos de tacón; además, no llevar ropa muy ajustada. Es aconsejable llevar siempre en la maleta de mano ropa adicional en caso de sufrir algún percance en el tiempo de vuelo y cargar su propia manta.