Mientras la central hidroeléctrica El Quimbo, se apagó desde el 16 de diciembre pasado, ahora el Gobierno busca con una tutela revertir la decisión de la Corte Constitucional que mantuvo vigente la medida cautelar de suspensión que tomó el Tribunal Administrativo del Huila.
El Ministerio de Minas y Energía y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca interpusieron el jueves pasado, ante un juez de Neiva, la única acción legal posible durante las vacaciones del sector judicial, hasta el 12 de enero próximo.
En un comunicado, el ministro de Minas, Tomás González Estrada, destacó la inconveniencia de apagar El Quimbo en medio de un fenómeno de El Niño que ha reducido el nivel de embalses en todo el país, causando que el sistema energético sea más vulnerable.
Mientras estuvo prendida, la operación de El Quimbo, que toma aguas del río Magdalena, ayudó a aumentar la generación de energía, aportando cerca del 5 por ciento de la demanda de energía del país.
Según el Gobierno, mantener apagada esa central de Emgesa, filial de la italiana Enel, también pone en riesgo la piscicultura que se desarrolla en el embalse de la central Betania, aguas abajo de El Quimbo, donde hay 19 mil toneladas de peces en cultivo.
“Impedir el flujo de agua tiene consecuencias catastróficas teniendo en cuenta el proceso de descomposición de la materia orgánica que representa un veneno para los peces”, agregó el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri.
El Quimbo es un embalse de 8.500 hectáreas de espejo superficial. La descomposición se acelera por altas temperaturas actuales, lo que genera toxinas perjudiciales para todo tipo de ser vivo.