Colombia

El pulso entre la aprendiz y el maestro: Sarabia declara hoy contra Benedetti en la Fiscalía

La guerra interna entre la canciller Laura Sarabia y el ministro del Interior, Armando Benedetti, ya tiene consecuencias: el vicecanciller técnico que estaba en la cartera salió de su cargo.

hace 9 horas

Cuando Laura Sarabia llegó al cargo de Canciller se tomó una fotografía para consolidar a su equipo, en ella aparecían los viceministros Mauricio Jaramillo y Daniel Ávila, este último era un hombre respetado en el servicio diplomático por su trayectoria y carácter técnico.

EL COLOMBIANO confirmó que Ávila decidió salir de su cargo y una de las razones fundamentales es que en el Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE) no estaban aprobando sus comisiones desde Washington a Bogotá. “Lastimosamente está siendo difícil la aprobación de comisiones de los funcionarios de la Cancillería”, dijo una fuente de ese Ministerio a este diario.

En contexto: Primicia: Laura Sarabia pidió a la Fiscalía declarar sobre la investigación de la campaña y lo hará el 27 de febrero

En el cargo quedará Rosa Villavicencio como cabeza de la Vicecancillería de Migraciones. “En el DAPRE no le estaban aprobando sus comisiones a DC. En este momento estoy a la espera de concepto a Función Pública para la reestructuración de la Cancillería”, dijo la ministra.

Desde el Ministerio del Interior respondieron que en realidad Ávila vivía en Washington y estaba pidiendo comisiones todas las semanas a Bogotá, lo que no se podía aceptar en criterio del Gobierno. “El presidente no lo quería en el cargo y no se explica un funcionario que tengamos que pagarle todas las semanas vuelos desde Washington a Bogotá”, dijo otra fuente.

Esto demuestra que la guerra que reinició la semana pasada entre Sarabia y Benedetti ya empezó a tener repercusiones. En el DAPRE está actualmente Angie Rodríguez, que, como reveló EL COLOMBIANO en su momento, es una ficha del ministro de Salud, Guillermo Jaramillo.

Lea también: Lo que sigue para el Gobierno Petro tras nueva pelea de Sarabia y Benedetti

Pero Rodríguez y Benedetti empezaron a trabajar de la mano y han forjado una relación de confianza, relegando a la canciller. Ayer, por ejemplo, Sarabia apareció distante en una silla en el extremo en el Consejo de Ministros. Al final del encuentro el presidente la llamó y tuvieron una pequeña conversación. La canciller estuvo en los últimos días en Japón e Italia; su último destino para acompañar el funeral del papa Francisco al lado de la primera dama, Verónica Alcocer.

EL COLOMBIANO también reveló que Sarabia ya está en Bogotá y este miércoles asistirá a declarar a la Fiscalía contra Benedetti por una investigación que inició el ente acusador tras las agresiones del ministro contra su exasesora en 2023. Aunque las agresiones se dieron durante años anteriores. Benedetti filtró una serie de audios en las que él mismo gritaba e insultaba a Sarabia porque no lo nombraban ministro cuando era embajador en Venezuela.

Hoy, a pesar de sus investigaciones en la Corte Suprema (una de ellas en juicio por el caso Fonade), y de haber reconocido que es adicto a las drogas, el ministro es el hombre más poderoso del Gobierno. No solamente es ministro sino que hace las veces de jefe de gabinete y lo ha demostrado de diferentes maneras.

Le puede interesar: “Me moví duro en la Fiscalía, estoy muy bien ranqueado allí”: los audios de Benedetti y Laura Sarabia que desatan nueva guerra interna en el Gobierno

Susana Muhamad dijo en un Consejo que no podía compartir equipo con Benedetti en su papel como feminista. Salió del Gobierno y cuando se creyó que iba a ser nombrada directora del DNP, la administración canceló ese movimiento y puso ahí a una subdirectora técnica.

La declaración de Sarabia este miércoles a la Fiscalía podría tener repercusiones para ella porque es visto como una muestra más de desatención a las decisiones de Petro, que, contra viento y marea, ha ratificado a Benedetti a un alto costo.

¿Sarabia lejana de Petro?

Esta es una pregunta clave que ha surgido de los últimos movimientos en Presidencia. Durante los últimos tres años Sarabia fue la persona más poderosa del Gobierno, decidía la agenda del presidente, llamaba a ministros para solicitar sus renuncias y, de acuerdo con las declaraciones del exdirector de la DIAN, Luis Carlos Reyes, también pedía cargos a directores y jefes de varias entidades.

Lea también: Críticas de Ángela Benedetti a Sarabia: ¿fue la ‘gota que derramó el vaso’ en nueva pelea en el Gobierno?

Pero desde que asumió como canciller ha perdido protagonismo y relevancia en episodios puntuales. Uno de ellos es el de la posición del Gobierno frente a las elecciones de Ecuador, en donde ganó la reelección Daniel Noboa. Sarabia puso un trino con la posición oficial de la Cancillería no solo reconociendo los resultados sino felicitando a Noboa. Pero un par de horas después, el presidente, sin tener en cuenta a su canciller, desdibujó esa posición y dijo que pedía la publicación de las actas sin reconocer los resultados.

Las reuniones que ha mantenido Benedetti con embajadores han sido tres. Una con el equipo del embajador chino, que luego se sentó sin Sarabia directamente junto al presidente. Otra con el embajador de la Unión Europea, y una más con el encargado de negocios de Estados Unidos, John McNamara. Benedetti está encargado de la cartera del Interior que maneja la política, el orden público con el Ministerio de Defensa y todos los temas de las minorías, las poblaciones indígenas y afro. En política quien está llamado a mantener reuniones bilaterales con los embajadores es el canciller.

Pero Benedetti ha llenado ese papel mientras que Sarabia puso el énfasis en viajes internacionales. Uno a Japón como parte de su gira a Asia; otro a Nueva York al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para dar cuenta de los avances en la implementación del Acuerdo de paz; y el de Roma para representar al país en el funeral del papa. También viajará en los próximos días junto al presidente a China en la reunión de la CELAC que preside Colombia. ”Entre los dos, Benedetti y Sarabia, hay una suerte de teorías de la conspiración y cada uno está pensando en el paso que da el otro. Sarabia piensa que su exjefe la quiere sacar del Gobierno y que ha dispuesto una estrategia para ello. Y Benedetti piensa lo mismo por decisiones como la de la publicación otra vez de audios de 2023”, dijo una fuente que los conoce a los dos y pidió reserva.

Los retos del Gobierno en medio de la pelea

El Gobierno tiene tres grandes retos en lo que queda de administración, pero indudablemente el más importante para el presidente lo tiene Benedetti. Este tiene que ver con la campaña electoral del 2026 que empata con la Consulta Popular y para lo cual ya hay toda una agenda de viajes a las regiones para acompañar a los comités por el sí. El segundo, es lograr algún resultado de orden público para dar la imagen de que la seguridad no es un problema desbordado en la administración, tarea en la que también Benedetti tiene juego, aunque ese parece un objetivo imposible por todos los obstáculos de la paz total.

Siga leyendo: Mientras la canciller Sarabia felicitó a Noboa por triunfo en Ecuador, Petro dijo que “debe entregar las actas para ser verificadas”

Y el tercero, que parece no estar en las prioridades, es el de lograr navegar con la administración de Donald Trump y evitar crisis como la que pudo darse por la posición de Petro frente a los vuelos con deportados. Eso al mismo tiempo que el país abre más las puertas a China y otros mercados. Allí Sarabia tiene la responsabilidad primordial pero las preguntas son si la pugna con Benedetti se lo permitirá, si el presidente quiere que permanezca allí, o si va a llevar hasta las últimas consecuencias el caso en la Fiscalía contra quien fue antes el mayor maestro en su carrera.

Escuche, El pulso entre la aprendiz y el maestro: Sarabia declara hoy contra Benedetti en la Fiscalía: