Colombia

Narrativa del ‘bloqueo’ tambalea ante los logros legislativos de Petro

El mandatario logró importantes avances legislativos durante el semestre, incluyendo la aprobación de las reformas laboral y de justicia. También aseguró cuotas clave en el CNE y la Corte Constitucional. Sin embargo, su fallida consulta popular generó fuerte tensión institucional. ¿Qué viene en tiempo preelectoral?

Comunicador social y periodista de la Universidad Central, especializado en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos de las universidades Externado y Columbia.

hace 9 horas

Si bien durante el último año el presidente Gustavo Petro arreció en su tesis de un supuesto bloqueo institucional –al punto que hoy ya amenaza con una Asamblea Constituyente–, lo cierto es que en el Congreso varias de sus iniciativas llegaron a buen puerto y, sin estar exentas del debate y modificaciones, finalmente fueron aprobadas. No solo eso. El mandatario logró hacerse a mayorías para poner a los suyos en puestos clave tanto en la Corte Constitucional como en el Consejo Nacional Electoral (CNE).

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Justo el pasado viernes concluyeron las sesiones ordinarias del Parlamento y el balance no deja de ser positivo para el Ejecutivo, con todo y que a lo largo del semestre el Presidente llegó a llamar “HP” a los congresistas y hasta quiso imponer a la brava su fallida consulta popular vía decreto. Lo anterior, supuso un fuerte pulso institucional que amenazó el equilibrio de poderes y puso en jaque el Estado social de derecho.

Lo cierto es que –contrario a la narrativa que ha intentado imponer a lo largo de su mandato–, Petro hoy puede sacar pecho de su desempeño en la arena legislativa. Sin duda, el mayor triunfo durante el semestre fue la reciente aprobación de la reforma laboral. Es una “gran victoria”, reconoció el propio mandatario. “Histórico”, dijo el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, mientras que el del Interior, Armando Benedetti, no dudó en calificarla como “la reforma más importante de los últimos 100 años”.

La aprobación de la laboral fue el cierre con broche de oro para un semestre en el que el Gobierno tramitó también la reforma a la justicia. Además, se mantienen con vida la reforma a la salud, la reglamentación de la jurisdicción agraria y el proyecto que le apuesta a la articulación entre la Jurisdicción Especial Indígena (JEI) y el sistema judicial.

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“El balance es demasiado positivo para todo el mundo y se ratifica la importancia del Congreso en este proceso de reformas. No hubo trastoque, hubo mucho debate, mucha intensidad política, pero no parálisis. Eso sí, los ánimos estuvieron caldeados”, admite a EL COLOMBIANO el senador de la bancada de Gobierno Ariel Ávila (Alianza Verde).

Por si fuera poco, el Gobierno impulsó la llegada del abogado petrista Álvaro Echeverry Londoño al Consejo Nacional Electoral (CNE) y fue decisivo para que la plenaria escogiera a Héctor Alfonso Carvajal –quien ha defendido al Presidente en varios procesos ante los estrados– como próximo magistrado de la Corte Constitucional.

“Lo del bloqueo institucional es falso, es parte de la narrativa del Gobierno para tratar de justificar su incompetencia ante la opinión pública. Cuando hay consensos en los debates para mejorar las iniciativas, Cámara y Senado tratan de avanzar en los proyectos que benefician al país. Sin embargo, cuando se quiere solamente imponer, como es la constante del Gobierno Petro, el Congreso hace respetar la independencia de poderes”, explica a este diario el senador de oposición Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical).

El impacto de la consulta

Si algo marcó el semestre legislativo fue el trámite de la fallida consulta popular que el Gobierno impulsó ante el revés que supuso el hundimiento y posterior resurrección de la reforma laboral. “Hay una dictadura de un establecimiento que quiere burlarse del voto popular y el estallido social del 2022.

Por eso desatan el bloqueo institucional al cambio”, reclamó el mandatario en marzo tras el hundimiento del proyecto. Sin embargo, el jefe de Estado sorprendió al convocar una consulta popular desenvainando la espada del libertador Simón Bolívar y portando la bandera de ‘guerra a muerte’. “Tengo que decir con franqueza que el que vote ‘No’ o no quiera estas reformas es porque es un HP esclavista”, señaló el 1 de mayo.

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Incluso, fue más allá y con nombre propio acentuó sus diferencias con el presidente del Senado, Efraín Cepeda. “Siempre me decía ‘yo voy a concertar Petro, yo sí quiero el diálogo’, y apenas salía de mi oficina llegaba a la plenaria lo primero que hacía era hundir las reformas que presentábamos como si fueran basura”.

Con todo, el mecanismo terminó naufragando luego de que en una apretada votación la plenaria dijera no, lo que llevó al jefe de Estado no solo a presentar una versión 2.0, sino a convocarla vía decreto, lo que desató un enfrentamiento con el poder Legislativo, pero también el Judicial.

“Negar que la consulta no generó algo de presión al Congreso sería mentir. Pero más allá de eso, el Parlamento cumplió y aprobó una reforma que va a reivindicar los derechos de los trabajadores”, destaca el senador Juan Felipe Lemos (Partido de La U). A su turno, el senador Jhon Jairo Roldán (Partido Liberal) resalta que la consulta se desinfló gracias a que el Senado le dio otra oportunidad la laboral y muchos de los aspectos contenidos en el cuestionario del mecanismo fueron incluidos en el proyecto, lo que da cuenta no solo de que sí es posible llegar a acuerdos y concertar, sino que implica un ahorro de $750.000 millones para las arcas del Estado.

“Hubo varios debates de control político y proyectos de iniciativa parlamentaria, pero muy especialmente la reforma laboral, que se lleva toda la atención. El trabajador colombiano queda con un espacio muy importante para sus derechos. Tuvimos en cuenta incluir algunos aspectos de la consulta, tanto que son casi 10 puntos que están incluidos en la reforma”, indica Roldán.

Lo que viene

Pese al buen año legislativo, el Gobierno ahora se enfrenta al último año parlamentario, en el que usualmente los congresistas toman distancia del Ejecutivo y entran en modo elecciones, por lo que difícilmente podrá llevar a buen puerto toda su agenda.

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“Todo gobierno pasa en su relación con el Congreso por tres estadios. El primero es de docilidad de los legisladores, el segundo es de negociaciones y el tercero, en el que ya al Congreso no le interesa mucho hablar con el Gobierno a medida que se avecinan las elecciones. El Parlamento podría entrar en una etapa intensamente transaccional”, señala el profesor Juan Pablo Milanese, del programa de Ciencia Política de la Universidad ICESI.

Desde la propia bancada de gobierno son conscientes del difícil año que se avecina a partir del próximo 20 de julio, cuando arranca la última legislatura del actual Congreso. “No espero mucho, porque la gente va a estar en campaña y persistirán los niveles de confrontación política. Espero que terminemos de tramitar jurisdicción agraria y esperaría una discusión profunda de la Ley de competencias que reforma el Sistema General de Participaciones. De ahí para arriba creo que va a ser imposible lograr cualquier cosa”, admite el senador Ávila.

“Lo de la consulta popular terminó siendo un mecanismo extorsivo. Fue una presión indebida y ahora querrá hacerlo con las otras iniciativas. Con la Constituyente, que es un golpe de Estado, querrá aprobar la reforma a la salud sin generar consensos, igual que la tributaria. Al Presidente no se le puede ceder en este último año. Va a tratar de modificar las reglas para 2026”, alerta por su parte el senador Motoa.

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Por ahora, está por verse qué dimensiones y matices tenga la nueva intentona constituyente del presidente Petro, que sorprendió al anunciar que, si bien derogaría el ‘decretazo’, va a promover una ‘octava papeleta’ buscando que en los comicios de 2026 el pueblo decida si quiere una Asamblea Nacional o no.

Dado que la Constitución establece un camino claro y diferente para materializar esa pretensión, desde ya salta a la vista que se seguirá tensando la relación entre Gobierno y Congreso. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, la espuma seguirá subiendo.

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