La red de amigos íntimos, negocios y favores de Verónica Alcocer en Suecia
Su llegada a Europa empezó a mediados de 2024.
Periodista y politólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá. Máster en audio digital y pódcast del Centro de Estudios Superiores Barreira en España. He desempeñado distintos roles en Colmundo Radio, El Tiempo y Noticias RCN. En EL COLOMBIANO cubrí al presidente Gustavo Petro y actualmente soy el editor de Actualidad que abarca temas políticos, judiciales, de salud e internacionales. Cocinero aficionado, melómano y cinéfilo.
A la historia de los cuestionamientos por supuestos sobrecostos en los aviones suecos que compró el Gobierno Petro, hay que agregarle un episodio que pone aún más los reflectores sobre lo que hay detrás del millonario negocio.
En días recientes se conoció una revelación del diario sueco Expressen en la que retrata con nombres y fotografías cómo la primera dama Verónica Alcocer vive una vida de lujos en ese país, se rodea de la clase alta escandinava, frecuenta los mejores hoteles y restaurantes.
Pero detrás hay una historia más amplia que no se reduce a su reciente estadía en octubre al Strand Hotel, en Nybrokajen, uno de los sectores más exclusivos de Estocolmo, como reveló ese medio.
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La llegada de Alcocer a Europa oculta una red de diplomáticos y amigos íntimos que tienen cuestionamientos por favores y negocios bajo este Gobierno.
Según conoció EL COLOMBIANO por diversas fuentes cercanas al poder en Palacio, la primera vez que la primera dama aterrizó en Europa para alejarse de su marido, el presidente Petro, ocurrió a principios de julio del año pasado. Por esas fechas se conoció un video del jefe de Estado caminando de la mano por el centro histórico de Panamá junto a una mujer de vestido azul.
Las imágenes dieron para todo tipo de especulaciones, pero lo que estaba claro es que algo sucedía en el matrimonio presidencial. Alcocer, según las fuentes, fue alejándose poco a poco de la Casa de Nariño aunque dejó atornillados a varios miembros de su séquito como funcionarios, que según reveló La Silla Vacía le costaron al país más de $1.000 millones en poco más de un año.
Incluso, la primera dama, que dejó de asistir a eventos sociales o a liderar programas gubernamentales, vivía sola en un apartamento al norte de Bogotá y viajaba cada vez con más frecuencia a todo tipo de destinos con gastos de representación como si fuera diplomática. En nombre de Colombia, para citar solo un ejemplo reciente, asistió en abril de este año al funeral del papa Francisco en Roma.
En algunos de esos viajes coincidió con Petro. De hecho, antes de su periplo fuera de Bogotá, ambos hicieron una visita de Estado a Estocolmo en junio de 2024. Posaron vestidos de gala junto al rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y su esposa, la reina Silvia.
Desde ese momento se empezó a cocinar el negocio de los Gripen con los suecos. El mandatario, respondiendo a una investigación de este diario, dijo hace unos días en la red social X que él reabrió “las relaciones diplomáticas con la realeza sueca. Y la ciudadana europea Verónica Alcocer no gasta un peso del erario colombiano y tiene derechos y libertades en el espacio en que vive. La grosería de Trump contra ella le impide ver a sus hijas. Las fotos del periodista sueco son en verano, cuando no existía su inclusión injusta a la Lista Clinton que acabó con el derecho de mi familia reunirse. Por decisión de pareja nos separamos físicamente hace tiempo y de mi solo saldrá respeto a la madre de mis hijas”, señaló.
Pero, si Alcocer “no gasta un solo peso del erario”, como dice Petro, ¿de qué vive o cómo se mantiene en Europa? Hay algunas pistas.
El embajador y los amigos
La primera dama, que no se ha separado formalmente de Petro aunque él dice que “estamos separados hace años”, es amiga personal del embajador de Colombia en Suecia, Guillermo Reyes y de su esposa Carmen Larrazábal.
“Ella (Alcocer) se empezó a quedar en la sede diplomática y eso le molestó a Larrazábal”, dice bajo reserva una fuente enterada. Luego, Alcocer empezó a conocer a otras personas en ese país y a asentarse cada vez más.
El lobby para la gestión de los aviones suecos lo hizo Reyes, pero la presencia de Alcocer no sería gratuita. Según un informe secreto de la UIAF (Unidad de Información y Análisis Financiero), pedido por el propio Gobierno y conocido este martes, Petro ha seguido girando dinero a Alcocer y a una de sus mejores amigas, Carolina Plata Navas, que habría estado con la primera dama en Europa. Además, El Tiempo reveló que Petro compró euros por un monto cercano a los 321 millones de pesos.
En el caso de Plata, el documento de la UIAF expone montos consignados entre 5 y 6 millones de pesos. Es importante recordar que Presidencia le adjudicó a Plata un contrato por valor de 482 millones de pesos, con vigencia cercana a dos años, lo que equivale a 20 millones de pesos mensuales para ser la “ama de llaves” de las sedes de Presidencia en otras ciudades como Cartagena y Hatogrande en Cundinamarca.
En esa red de amigos está Danilo Romero, esposo de Carolina Plata, quien ha sido un gran financiador y compadre de Petro desde hace varios años al punto de apoyar económicamente a Alcocer en épocas de poco dinero. “Verónica llegó a Suecia ya teniendo dinero y con apoyo de esas personas”, agrega la fuente.
También hace parte de esa red Orlando Cabezas, un multimillonario contratista de la aviciación, dueño de la empresa de aviones privados Helistar, que ha transportado, precisamente, a Alcocer a Europa en varias ocasiones. Cabeza tiene, entre otros cuestionamientos, interés en varios contratos bajo este Gobierno.
Ante todo este presunto entramado, el exsecretario de Transparencia, Camilo Enciso, radicará ante la Unidad Nacional Anticorrupción de Suecia una denuncia sobre un posible caso de soborno extranjero ligado a la millonaria compra de los aviones de combate Gripen y aquí es donde algunas piezas encajan.
“La superposición temporal y geográfica es la siguiente: la presencia prolongada de la Sra. Alcocer en Estocolmo y su estilo de vida de alto lujo en Suecia coinciden con –o preceden– el cierre público del acuerdo de aeronaves suecas entre Colombia y SAAB. La convergencia de (i) una adquisición de defensa de alto valor de origen sueco, (ii) una persona políticamente expuesta (la Primera Dama) con un nexo de residencia en Suecia, y (iii) gastos suntuosos inexplicables en Suecia, crea un vínculo plausible de que los beneficios podrían haber sido canalizados a través de Suecia o intermediarios con sede en Suecia en conexión con la transacción de aeronaves”, sostiene el documento concocido por este diario.
Además, una investigación preliminar de la Fiscalía colombiana ha puesto bajo la lupa contratos y facturas asociados a la gestión de la primera dama. La denuncia plantea posibles irregularidades en documentos vinculados a servicios de belleza y consultoría para la representación institucional de Alcocer. Según los reportes, algunas facturas serían ficticias y los montos bajo sospecha ascenderían a 1.000 millones de pesos.
Rodeada de millonarios
La estadía reciente de Alcocer en la capital sueca se produjo después de que Estados Unidos incluyera a Petro, Alcocer, Nicolás Petro Burgos y Armando Benedetti en la lista de sanciones conocida como Lista Clinton, una medida que también trae líos en viajes a otros países y complicaciones de todo tipo.
Según Expressen, el paso de Alcocer por espacios reservados y eventos privados ha sido registrado tanto por la prensa local como personas que se mueven en esos círculos de poder. Se la ha visto a Alcocer en restaurantes de Stureplan, una de las zonas más costosas de la ciudad, así como el club privado Noppes, un espacio asociado a figuras de la élite social sueca.
Fotografías en redes sociales muestran a Alcocer junto a figuras conocidas en Suecia como Lee Lewenhaupt, Kishti Tomita y la comunicadora Alexandra Pascalidou, quien relató que la sorprendió verla en una fiesta de verano y que la primera dama le dijo que encontraba en Suecia “tranquilidad y orden”, algo que le extrañó pues es la pareja de un presidente en funciones en país de América Latina.
La llegada de Alcocer a este círculo se habría facilitado por el DJ Gunn Lundemo, quien la habría ayudado a encontrar alojamiento. También se le ha visto en compañía de Jonathan Rex, presidente de Hatt et Söner, con quien aparece en fotografías de viajes previos a Francia.
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