#SOSUniversidadesPúblicas: grito de auxilio de la educación superior
Este lunes desde muy temprano, y durante el último mes, la etiqueta #SOSUniversidadesPublicas se ha colado en las tendencias de las redes sociales y en las conversaciones de estudiantes, profesores y demás empleados de las universidades públicas de toda Colombia.
Para comprender más de cerca la crisis por la que pasan las instituciones públicas de educación superior, EL COLOMBIANO conversó con Juan Carlos Arenas Gómez, profesor del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, quien entregó un contexto de la situación.
¿Por qué las Universidades Públicas están haciendo un llamado de ayuda?
“Esto está asociado con la ley de financiación de las Universidades, que es la Ley 30 del 92, que tiene un modelo que suponía que el incremento de los recursos para las Universidades por parte de la Nación, el Departamento y los Municipios, estaba atado al IPC solamente, y eso hace que la base presupuestal con la que trabajan las universidades públicas se vea reducido, pues al tiempo que se contraen los recursos, se aumenta la cobertura, se mejora la calidad de los profesores que vinculan las Universidad. Esto explica, en cierto sentido, por qué hay una brecha tan grande entre el financiamiento que da el estado a las Universidades y el hueco presupuestal que viene ocurriendo desde el 93”.
¿Cómo están los profesores?
“Los profesores nos vemos afectados porque la Universidad se queda con recursos escasos para investigación, laboratorios y espacios físicos. Entonces más que una afectación directa al bolsillo, lo que genera este déficit es que las tareas misionales en docencia, investigación y extensión se vean más estrechas y se tenga que distraer parte del recurso humano a gestionar otros proyectos para conseguir recursos”.
¿Cómo afecta a los estudiantes?
“Hay que resaltar que mientras se presentan 50.000 - 55.000 estudiantes, solo pasa el 10%. Incluso la sola admisión de 5.000 estudiantes ya representa un reto. Y estos se ven afectados con la actualización de laboratorios, material bibliográfico, el acceso a bases de datos. Entonces para que haya una universidad de calidad se necesita hacer una inversión y unos gastos permanentes. Además es necesario hablar del hacinamiento, y cómo también se dificulta cada vez más programar clases debido al número de estudiantes y la falta de infraestructura”.
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No hay que satanizar los paros
“Es importante decirle a la gente que se entra en paro para pensar e informar a la sociedad sobre el problema estructural por el que está pasando la Universidad, pero también para seguir formando al público en general de la importancia de la educación universitaria. Explicarles que la universidad es más que clase, también es lo que hace en medio de las comunidades como un espacio donde se logran desarrollos tecnológicos y aplicaciones sociales.
Parar también significa preocupar a la sociedad para que las universidades sean un proyecto a largo plazo, y el paro es la manera de llamarle la atención al estado nacional, departamental y local de lo que está sucediendo”.
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Son datos y hay que darlos
- El déficit de recursos de la educación pública superior en Colombia llega a los $16 billones, según el Sistema Universitario Estatal. Con estos recursos, para ejemplificar, se podrían construir 16 proyectos como el Túnel de La Línea.
- Según John Jairo Arboleda, rector de la Universidad de Antioquia, esta institución tiene un déficit calculado, desde 2018, de $68.700 millones, mientras que el déficit acumulado está cercano a los $113 mil millones.