La historia de dos colombianas que viven como nómadas digitales mientras trabajan y recorren Australia a bordo de sus vans
Ángelica Ladino y Alejandra Ramírez son dos colombianas que crean contenido mientras recorren la nación oceánica. ¿Cómo lo lograron? Estas son sus historias.
Recorrer un país o el mundo, sin necesidad de renunciar a su trabajo, es un deseo que muchos tienen, pero pocos logran, a veces ni siquiera los dos conceptos se cruzan entre sí, pero dos colombianas han sabido hacerlo al otro lado del mundo.
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Angélica Ladino es una de ellas. Esta abogada de 28 años y oriunda de Barrancabermeja (Santander) jamás pensó en tener el estilo de vida que tiene ahora. Aunque no ejerce su profesión, con su actual trabajo, la creación de contenidos para redes sociales, ha podido recorrer gran parte de Australia junto a su esposo y a bordo de una van que se convirtió en su casa.
Llegó a Australia para aprender un nuevo idioma y buscar oportunidades laborales. Empezó trabajando como mesera y luego fue panadera, pero un día, motivada por su esposo australiano, decidió empezar a contar en redes sociales cómo había sido su proceso migratorio. Jamás lo había imaginado porque siempre había sido tímida y nunca se planteó contar su vida frente a una cámara.
Comenzó a hacerlo en 2019 como un pasatiempo y al ver lo bien que le iba en YouTube, plataforma en la que empezó a monetizar, dejó su trabajo y comenzó la aventura de ser nómada digital.
“Cuando vi que podía hacer de mi marca personal mi propia empresa renuncié a mi trabajo y con mi esposo nos fuimos a vivir a una van. Nos pusimos como meta recorrer toda Australia”, le contó a la revista Forbes. Desde que dio ese paso, ahora cualquier lugar es su oficina y también su hogar.
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Cuando empezó a vivir de esa manera, Angélica ni siquiera sabía del concepto de nómada digital, sin embargo, cuando llevaba un año en el proceso, en medio de la pandemia, se popularizó la manera de trabajar en línea sin tener un lugar fijo de residencia, pues con solo tener un computador y señal de internet basta para serlo.
Por su trabajo en redes sociales, esta colombiana percibe ingresos mensuales por entre 8.000 y 25.000 dólares. Como creadora de contenido, explicó a Forbes, ese dinero viene de ocho fuentes diferentes: redes sociales, YouTube, la venta de fotografías de sus viajes en bancos de imágenes, la publicidad en su blog, comisiones por su trabajo con las marcas y algunas inversiones en criptomonedas y acciones.
Quienes deciden ser nómadas digitales, por lo general, devengan salarios en dólares, pero suelen mudarse a países baratos, por eso Latinoamérica y Asia son las regiones preferidas por quienes siguen esta tendencia, aunque ese no es el caso de Angélica, que vive en uno de los países más caros del mundo.
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Sin embargo, su estrategia para ahorrar dinero fue “meter su vida en una pequeña van” con la que recorre Australia y que, además, le permite ahorrar entre el 70 y el 80% de nuestros ingresos, “en tres años logramos ahorrar 50.000 dólares que invertimos en comprar nuestra primera casa en Australia”, comenta.
Alejandra, otra historia de una nómada digital colombiana en Australia
Alejandra Ramírez es otra colombiana que lleva más de diez años viviendo en Australia, sin embargo, solo hasta hace un par de años, en medio de la pandemia, decidió empacar su vida en una van para recorrer Australia creando contenido y trabajando en su tesis de doctorado.
“La locura empezó en la pandemia. Vivo en Australia hace 14 años, hice una maestría sobre turismo sostenible y me gané una beca para hacer el doctorado. Pero cuando llegó la pandemia decidí hacer mi doctorado sobre nomadismo digital e invertí todo mi dinero en una van, renuncié a todo y empecé de cero como nómada digital”, le contó Ramírez a W Radio.
Gracias a la beca que obtuvo su educación es gratuita y además recibe una manutención mensual para sostenerse, y lo que se gana creando contenido para redes es dinero extra que recibe para el mantenimiento de su van.
“Yo tenía unos ahorros, pero como empecé un estilo de nómada tuve que preguntarme cómo hacer para monetizar mis conocimientos. Trabajo como embajadora con otras marcas, hago publicidad, redes sociales y también escribí un libro. Estos ingresos pasivos me ayudan con todos mis gastos”, dijo esto ibaguereña de 33 años.
Con más de cuatro años como nómadas digitales, Ángelica y Alejandra recomiendan a quienes quieran aventurarse a hacerlo ser muy disciplinados y tener visión de futuro. Además, señalan que el hecho de que no se tenga un lugar de residencia fijo, esto no excluye al nómada a seguir las normas y a pagar los impuestos en los países en los que se vive. “Este es un trabajo formal y que sea diferente, no quiere decir que no tenga que cumplir con las reglas”, concluye Angélica.