Dice el dicho: ¿a dónde irá a parar ese globo? Pues en el Valle de Aburrá, muchos globos de mecha incandescente o llenos de pólvora tuvieron como destino final los techos de casas, bodegas, fábricas y fondas, causando incendios de grandes proporciones que dejaron millonarias pérdidas materiales.
El último caso se registró el pasado domingo 25 de diciembre, cuando un globo cargado con pólvora cayó sobre la Fonda Palogrande, ubicada en la parte trasera del restaurante del mismo nombre, en el municipio de Envigado y provocó un incendio que arrasó con la edificación.
La Corporación Empresarial ProSur calcula que, entre 2006 y 2016, los incendios iniciados por estos globos han dejado pérdidas por más de 110.000 millones de pesos.
Según el reporte de la Mesa de Seguridad y Gestión del Riesgo, constituida por ProSur y en la que participan 37 empresas y entidades del sur del Valle de Aburrá, antes del incendio de la fonda de Envigado, el 2016 registraba una reducción importante en las afectaciones por globos.
En 2015, por ejemplo, tuvieron que ser intervenidos 37 globos, nueve de los cuales generaron conatos.
“Desde ProSur, sabemos que los globos son una tradición, pero definitivamente debe evolucionar, no incluyendo elementos como la pólvora, que multiplican el riesgo, sino buscando materiales o dispositivos que hagan de esta una práctica segura”, afirmó Carlos Mario Viviescaz, director ejecutivo de ProSur.