<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Bioestibas, la estrategia contra la tala en Oriente antioqueño

Son hechas con residuos de la flor, ya han llegado a 11 países y las hacen en La Ceja. La fórmula es innovadora en el país. Le contamos.

  • Además de comercializarse en Colombia, las bioestibas ya han llegado a países como Japón, Inglaterra, Arabia Saudita y Costa Rica.
    Además de comercializarse en Colombia, las bioestibas ya han llegado a países como Japón, Inglaterra, Arabia Saudita y Costa Rica.
  • Se producen con residuos de cultivos de hortensias recolectados en La Ceja y otros municipios del Oriente. FOTOS cAMILO SUÁREZ
    Se producen con residuos de cultivos de hortensias recolectados en La Ceja y otros municipios del Oriente. FOTOS cAMILO SUÁREZ
09 de febrero de 2021
bookmark

En montañas antioqueñas se ha ido consolidando una empresa única en el país y en América Latina. Con tallos de hortensias, Bioestibas, un emprendimiento paisa ubicado en el municipio de La Ceja, crea estibas totalmente ecológicas que evitan la tala masiva de árboles para esa labor.

Las estibas son unas especies de “camas” o plataformas horizontales sobre las cuales se ubican mercancías de todo tipo para transportarlas a nivel nacional e internacional, ya sea por tierra o aire. En 2019, el mercado mundial de esas herramientas alcanzó un volumen de 7.2 mil millones de unidades, según un informe de Imarc Group, una empresa de investigación de mercado global.

Ese mismo documento indica que la mayoría de paletas, como también se les llama a las estibas, se construyen a base de madera, plástico, metal y papel corrugado; todas, en menores o mayores proporciones, poco amigables con el medio ambiente, pese a que después de ser usadas se pueden reciclar.

Teniendo en cuenta ese panorama, el gerente y cofundador de Bioestibas, Álvaro Vásquez, empezó desde 2013 con la idea de producir estibas con materiales que no deterioraran el medio ambiente. Visitó países como Chile y algunos en Europa hasta dar con las primeras producciones que se dieron a base de Buchón de agua, una planta invasora que se reproduce con facilidad y perjudica la salud de los ríos. “Ahí estábamos haciendo dos labores, evitábamos la tala de árboles y transformábamos ese buchón en materiales útiles”, cuenta Vásquez.

Sin embargo, rápidamente se dieron cuenta de que no era un negocio rentable por los costos que implicaba sacar el buchón y transportarlo hasta la sede, en el Oriente antioqueño.

Luego de esa conclusión, Vásquez empezó a buscar nuevas alternativas de materia prima, hasta que se topó con un amigo que le habló de las hortensias y de la cantidad de residuos que sobraban, ahí empezó la nueva idea que, con apoyo de la Universidad de Antioquia, tomó forma en las estibas que hoy producen.

Hortensias: doble propósito

Según datos de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, el Oriente de Antioquia es el segundo territorio, después de Bogotá, que más flores de exportación produce, con un 33% del área sembrada. De ese total, los floricultores terminan con miles de toneladas de residuos. Para el caso de las hortensias, según ordenan las autoridades regionales, con esos desechos se pueden hacer dos cosas: usarlos como abono en el próximo cultivo o pagar una disposición en un relleno sanitario.

“Pero la mayoría termina quemándolos en las noches porque sale más económico, algo que es muy nocivo para el aire porque produce dióxido de carbono”, argumenta Vásquez.

Con este proyecto, unas 9.000 toneladas de residuos dejan de producir este impacto y sirven para generar 30.000 estibas al mes, aproximadamente, en la empresa antioqueña. Así, Bioestibas cumple dos propósitos: evita la tala de árboles y reutiliza los tallos de hortensias, que en otros casos podría contaminar el medio ambiente, para fabricar estibas 100% ecológicas.

“Además, los tallos solo se los estamos recibiendo a 114 madres cabeza de hogar, como una forma de evitar que paguen el costo del relleno o la multa por no disponer bien de ellos”, cuenta el gerente.

Otros fabricantes

En Colombia funcionan múltiples empresas productoras de estibas, sin embargo, la mayoría se producen de manera tradicional, con madera, o con algunas modificaciones que logran ser más amigables con el medio ambiente. Ese es el caso de Roto Ingeniería, una empresa que funciona en Medellín; o de Industrias Placol Ltda, una compañía venezolana que tiene presencia en Bogotá.

Ambas producen estibas a base de plástico, “lo que evita la tala de árboles y las hace más resistentes”, dijo Yeison López, gerente de Roto Ingeniería.

La de Industrias Placol, por su parte, asegura resistir 10 años y reemplazar 14 estibas de madera, aproximadamente, según explicó su gerente Jose Gregorio Hernández.

“Al ser de plástico, además, no necesita de fumigación y puede reciclarse fácilmente”, agregó Hernández.

Sobre otro tipo de “bioestibas” que se produzcan con otros materiales se conoce poco en el continente. En Países Bajos, por ejemplo, se está patentando otra especie de estiba fabricada con residuos de palma de coco.

A propósito de esto último, las bioestibas, comparadas con las tradicionales, “no solo están ayudando al medio ambiente, sino que resisten más peso, duran más y son resistente a la humedad y el fuego”, concluyó Vásquez

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD