Un litigio jurídico está en marcha entre EPM y el Consorcio Aguas de Aburrá HHA, por la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Aguas Claras de Bello, que fue inaugurada en junio pasado.
Las dificultades entre la empresa y el consorcio constructor del proyecto (conformado por las firmas coreanas Hyundai Engineering & Construction Co. Ltd., Hyundai Engineering Co. Ltd., y la española Acciona Agua) están relacionadas con problemas de planeación, diseños, plazos y financiación, lo que afectó el cronograma de la obra.
Según Jorge Londoño de La Cuesta, gerente de EPM, estas controversias contractuales fueron llevadas a una primera instancia conocida como Comisión de Resolución de Controversias, que falló a favor del consorcio el miércoles pasado.
Londoño aclaró que EPM no está de acuerdo con el fallo, por lo que interpuso una apelación. Esto deja dos opciones para el litigio: un arreglo directo mediante una transacción entre EPM y el consorcio, o la intervención de un tribunal de arbitramento internacional. Según Londoño, ambas salidas podría tardar meses.
Mientras tanto, el gerente de EPM puntualizó en que el fallo no es definitivo y que, si bien implica una multa para la empresa, “la comisión no es clara en una cifra única. Las partes tienen que sentarse a definir los montos”.
María Paulina Aguinaga, concejala de Medellín, consideró que EPM pudo incurrir en un error al firmar un acta de modificación al convenio con el consorcio, a través del cual le dio la gabela de presentar primero sus controversias ante la comisión. “Ya ellos ganaron y, por ende, EPM renunció a su derecho de presentar controversias”, dijo.
Ante eso, Londoño reiteró que la prioridad de EPM era que el proyecto culminara y que el conflicto no paralizara las obras.