En una casa en Rionegro, las autoridades encontraron a un criminal buscado por el gobierno estadounidense en todo el mundo. La Oficina Central de la Interpol, en apoyo con la policía colombiana, capturó en el municipio del Oriente antioqueño a Jonathan Aizenstros, un ciudadano canadiense requerido con Circular Roja por Estados Unidos para que responda por los delitos de conspiración para cometer fraude electrónico.
De acuerdo con las autoridades, el canadiense sería pieza clave de una red del crimen transnacional dedicada a manipular equipos electrónicos, como celulares, para cometer fraude. Esta organización utilizaba, según los investigadores, plataformas digitales asociadas a fabricantes como Apple y Samsung para alterar el número de identificación del equipo (lo que se conoce como IMEI) lo que les permitía facilitar su reventa en mercados de Asia y Medio Oriente.
Estados Unidos aseguró que los dispositivos móviles terminaban siendo exportados a China, Emiratos Árabes y Hong Kong. Además, aseguran que solo en ventas en India, esta red habría recibido ingresos por más de 82.000 dólares, golpeando la operación de operadores como AT&T, T-Mobile y Verizon.
Con la captura de Aizenstros, que ahora será extraditado para que responda en Estados Unidos, las autoridades colombianas alcanzaron as 73 capturas este año, con base en notificaciones rojas de Interpol.
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Es un balance que ratifica la decisión de haber abierto una sede de Interpol en Medellín, la primera que no está ubicada en una capital nacional. La sede ubicada en el barrio Guayabal se convirtió desde enero de 2025 en el centro de operaciones permanentes de Interpol, desde la cual se busca asestar grandes golpes al crimen transnacional y específicamente contra delitos como la trata de personas y el narcotráfico. Su presencia activa en la ciudad, que hasta ahora ya deja 73 capturas, llegó precedida de 24 capturas en 2024 en la capital antioqueña, en medio de investigaciones y operaciones conjuntas entre Interpol, autoridades locales y otras agencias internacionales.
Es un equipo conformado por ocho investigadores, que tienen acceso a 19 bases de datos globales con las que trabajan para aumentar su capacidad de armar casos en el menor tiempo y capturar a capos del crimen transnacional que están llegando de manera masiva a dirigir operaciones u ocultarse en lugares como Medellín y el Oriente antioqueño.
Turismo masivo facilitó la llegada de criminales extranjeros al Valle de Aburrá y Oriente antioqueño
Desde 2019 han caído tanto en el Valle de Aburrá como en el Valle de San Nicolás criminales israelíes, mexicanos y canadienses, por lo que organizaciones que analizan el crimen organizado como Corpades señalan que el turismo masivo les abrió una puerta a estos criminales que han instalado ostentosos refugios en el Valle de Aburrá y en el Oriente antioqueño, en lugares como Guatapé y en general en el Valle de San Nicolás.
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