La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su “profunda preocupación” ante la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentran cerca de 1300 migrantes varados en el municipio de Turbo, Antioquia.
La CIDH reseñó que entre las personas migrantes se encuentran hombres y mujeres, algunas de ellas embarazadas, así como niños y niñas, incluyendo recién nacidos, y que se trata de personas que provienen de Cuba, Haití, así como de países de África y Asia, y tienen como destino los Estados Unidos.
En un comunicado, la CIDH saludó la información enviada por el Estado Colombiano de que no hubo ninguna detención de migrantes irregulares, porque esa práctica no es legal en el país.
“La Comisión llama al Estado colombiano a implementar todas las medidas que sean necesarias para proteger la vida, integridad y seguridad de todos los migrantes bajo su jurisdicción. La garantía efectiva del derecho a la vida exige que el Estado debe adoptar medidas de prevención, protección y asistencia cuando tiene conocimiento de situaciones de migrantes en peligro”, indicó la entidad.
La CIDH igualmente señaló que se deben adoptar medidas “para garantizar los derechos al debido proceso y a la protección judicial en el marco de procedimientos migratorios, a la unidad familiar, a solicitar y recibir asilo, el principio de no devolución y la prohibición de expulsión colectiva de extranjeros”.
Ante el anuncio de Migración Colombia, de iniciar la deportación de las personas migrantes que se encuentran en Turbo, la CIDH reiteró que cada caso debe analizarse y decidirse de forma individual para respetar garantías mínimas como el derecho a ser escuchado por la autoridad competente, a contar con interpretación y traducción; a contar con representación legal, entre otros.
“El hecho de que los migrantes recurran a canales irregulares y a traficantes de migrantes se explica por la falta e insuficiencia de canales legales y seguros para migrar. Hacemos un llamado a los Estados de América a actuar de forma inmediata para que habiliten canales que les permitan a estas personas migrar de forma legal y segura”, dijo el Comisionado James Cavallaro, Presidente de la CIDH.
El organismo internacional reseñó que los migrantes han llegado hasta Turbo a través de Venezuela, Ecuador, Guyana o Brasil hasta llegar a Colombia, para seguir su recorrido hacía los Estados Unidos atravesando países de Centroamérica y México, e igualmente reseñó que su situación se ha agravado como consecuencia del cierre de la frontera y el aumento de los controles migratorios por parte de Panamá el 9 de mayo de 2016.
La entidad tuvo en cuenta el censo elaborado por la Defensoría del Pueblo de Colombia, para el 28 de julio de 2016 había 1273 migrantes cubanos, incluidos cerca de 300 niños y niñas, en situación de vulnerabilidad en el municipio de Turbo. Y reseñó que más de 600 migrantes en situación irregular en Turbo habrían abandonado el país utilizado un salvoconducto.
Sobre este punto, la CIDH recordó que antes de promover la salida voluntaria, es obligación del Estado identificar migrantes que tengan necesidades especiales de protección, tales como solicitantes de asilo y refugiados, personas sujetas a protección complementaria, víctimas de trata, entre otros, y adoptar medidas para su protección.
“La Comisión ha recibido información que indica que ante la insuficiencia de canales legales y seguros para migrar, los migrantes recurren a rutas y canales clandestinos en los que se han encontrado vulnerables a abusos y extorsión por parte de organizaciones criminales, traficantes de migrantes, así como algunos policías”, indicó la entidad.
La Comisión señaló que ha recibido información sobre los peligros de muerte y abusos que enfrentan los migrantes que han emprendido su recorrido a través de la zona selvática del Tapón del Darién, en la que operan grupos armados, pues migrantes que han recorrido dicha ruta denunciaron haber padecido condiciones inhumanas en su recorrido por la selva y haber pasado al lado de cadáveres de migrantes, así como de otros con graves lesiones y fracturas.
“También se ha recibido información sobre violaciones y actos de violencia sexual, así como robos, golpes y extorsiones por parte de traficantes de migrantes e incluso en algunos casos por miembros de la policía”, señaló la CIDH.