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La Contraloría de Rionegro hizo 30 hallazgos administrativos, entre los que se cuentan el pago de viajes y mercados, en las Industrias Cárnicas del Oriente S.A., más conocida como Incarosa, entidad que suple los servicios de sacrificio animal en el Oriente y cuyo mayor accionista es el Municipio de Rionegro con 88% de participación.
La cifra surgió del último informe de auditoría financiera y de gestión entregado por este ente de control tras revisar la vigencia 2021 de la planta de sacrificio. Los hallazgos denotarían serias irregularidades en gestión fiscal.
Por ejemplo, al verificar el estado de resultados de Incarosa apareció que para la vigencia 2020 los ingresos obtenidos por los servicios de desposte de bovinos y de las cavas de refrigeración fueron de $0; y para 2021 de solo $60.000.
El asunto es delicado si se tiene en cuenta que la construcción de la sala de desposte y la ampliación de las cavas de refrigeración costaron $1.289 millones y se esperaba que en sus primeros años generaran utilidades por $2.118 millones.
Pago con tarjeta empresarial
Otro hallazgo tiene que ver con pagos de gastos de viajes a la turística Punta Cana –en República Dominicana– en 2020 y a resorts de lujo de Panamá en 2018, con una tarjeta de crédito de la empresa que al parecer solo estaría en poder del gerente Jaime Villegas Santamaría.
“El equipo auditor no halló evidencias sobre la autorización por parte de la Junta Directiva para dichos gastos, ni soportes que evidencien que los mismos se efectuaron en cumplimiento del objeto misional de la entidad, por lo tanto, se presume un detrimento por $3.831.595”, se lee en el informe.
De otro lado, en las indagaciones de los auditores de la Contraloría apareció que por el concepto de multas, moras y sanciones de cuentas de Internet, de la Asociación Colombiana de Porcicultores, de bancos, de servicios públicos y de la Dian, se observó que la entidad hizo pagos tardíos incurriendo en sobrecostos por casi $49 millones, que presumirían otro detrimento.
Otro asunto que causó preocupación en la Contraloría es que, según los certificados expedidos por Incarosa, en 2021 la empresa registró $422 millones en el ítem de “cuentas por pagar” por concepto de tasas y contribuciones –conocidas como ‘estampillas’– .
La finalidad de estas es que las entidades públicas de Rionegro realicen una retención para el financiamiento del plan de desarrollo. Lo que quiere decir que, al Incarosa no destinar esos recursos, se puso en riesgo el desarrollo de programas sociales.
“La Entidad aduce que dicha cuantía no se encuentra en las cuentas bancarias y que no practicó el deber jurídico de administración y devolución de las estampillas ‘por falta de flujo de caja (...) a raíz de la pandemia’. Aún así esto constituye un presunto detrimento”, dijo el texto.
Incarosa también indicó en el informe que los recursos adeudados no se han extraviado pues los mismos aparecen registrados en las cuentas por pagar de la entidad y se espera que con un cruce de cuentas entre EPM y las empresas públicas de Rionegro se destinen $396 millones a esa deuda. Sin embargo, la respuesta no convenció a la Contraloría.
Finalmente en el informe apareció que también se identificaron transferencias y pagos a terceros diferentes a los que soportan los comprobantes de egreso, así como compras en diferentes establecimientos. Por ejemplo, aparecen compras en una licorera por $1 millón, en una tienda de tecnología por $2 millones y en un supermercado por $382.000.
Ya pagó $60 millones
El contralor de Rionegro, Rodrigo Montoya, indicó que el gerente de Incarosa Jaime Villegas Santamaría se acogió a la figura de beneficio fiscal, la cual consiste en que una vez se detecta un hallazgo, este se puede subsanar pagándolo.
“Bajo ese concepto, el gerente ya respondió por $60 millones, lo que permitió ‘bajar’ unos hallazgos de índole fiscal a administrativo. Aún así, otros hallazgos como el de las ‘estampillas’ pro adulto mayor quedan con connotación disciplinaria, penal y fiscal”, apuntó Montoya.
El funcionario indicó que los $60 millones subsanaron el tema de retenciones en la fuente mal practicadas, y el del uso de la tarjeta de crédito empresarial. Los dineros fueron retornados al municipio.
EL COLOMBIANO buscó la opinión de la administración de Rionegro, pero desde allí indicaron que el alcalde Rodrigo Hernández no se referiría al tema. Sin embargo, en declaraciones recogidas por el medio regional Mi Oriente, el mandatario le pidió la renuncia al gerente, mientras se investiga a fondo el asunto. Este diario también trató de contactar al gerente Villegas, pero no hubo respuesta.
Mientras tanto en Rionegro esperan que la situación financiera de Incarosa no se refleje en un sobrecosto en la carne ni en la salubridad pública que derivaría en un cierre de la planta por presuntos malos manejos.
Periodista de la Universidad de Antioquia. Al igual que Joe Sacco, yo también entiendo el periodismo como el primer escalón de la historia.