“Sentimos que no hay garantías para el futuro, pero las presiones de ser independientes y productivos se mantienen”, relata Estefanía Loaiza, líder juvenil de la comuna 4 (Aranjuez). “Si no hay empleo digno, ¿cómo lo lograremos?”, se pregunta la joven, quien se aleja en poco de los hallazgos del informe ¿Cómo va la calidad de vida de los jóvenes en Medellín? (2020).
Además del empleo, el reporte de Medellín Cómo Vamos —en su segunda edición— ubica a la salud y educación como temas que desvelan a esta población en el Aburrá. El informe, cuyo consolidado se lee en 27 páginas, también entrega pistas sobre la violencia intrafamiliar, el optimismo y la relación con la institucionalidad de los jóvenes entre los 18 y 25 años.
Los resultados obtenidos, según Luis Fernando Agudelo, director del programa, conversan con el estancamiento de gestión social de la ciudad - región. Para este, aunque la pandemia influyó en la caída de algunos indicadores, fue tan solo un acelerador para que ese deterioro dejara entrever los retos que tienen las entidades territoriales en materia de juventudes.
Mente y cuerpo
En 2020, la salud mental fue calificada como regular por parte de los jóvenes, según la Encuesta de Percepción Ciudadana de Medellín. Ese año fueron 13 los casos de suicidio registrados, entre niños y adolescentes de 12 a 17 años (cuatro menos que en 2019); mientras que la cifra ascendió a 54, entre jóvenes de 18 a 20 años (tres más que el año anterior).
Para combatir este panorama, una de las puntas que explora el informe es masificar las políticas de salud primaria. Para ello, este recomienda fortalecer las rutas de atención en los entornos escolares y consolidar protocolos de atención para esta población por parte de las entidades territoriales.
En ello coincide Estefanía, quien alega que los municipios no se han preocupado lo suficiente por los temas de salud mental. Estos, según Agudelo, escalaron durante los confinamientos por la pandemia, temporadas en las cuales la violencia intrafamiliar en contra de jóvenes de 14 y 28 años se mantuvo cercana al 24 %.
Otro tema clave en este frente es el embarazo adolescente. Aunque este ha bajado en los últimos diez años entre las jóvenes de 15 a 19 años, en Medellín las comunas Manrique, Popular y La Candelaria destacan por sus altos indicadores. La tasa en la primera es de 68,1 casos por cada 1.000 mujeres, 66,2 se cuentan en la segunda y 65,1 en la tercera. Opuesta es la radiografía en El Poblado y Laureles - Estadio, donde nacen 3,1 y 11 bebés, respectivamente.
Factores como el bajo acceso a métodos anticonceptivos, la exposición de adolescentes y jóvenes a violencia sexual y abuso en la familia, y las lagunas en programas orientados en salud sexual y reproductiva pueden explicar el mantenimiento de estas cifras, según Medellín Cómo Vamos.