Ni con plata extra la Alcaldía de Medellín se afana para arreglar los colegios este año

Obras de fondo, financiadas con vigencias futuras, comenzarán en noviembre. ¿Por qué tanta demora?

Humedades, daños en paredes y techos, e incluso fallas estructurales aquejan a colegios en Medellín. FOTO julio césar herrera

Aunque el Concejo de Medellín aprobó en agosto pasado un paquete de vigencias futuras de $319.000 millones para el arreglo de los colegios de la ciudad, las intervenciones de fondo no comenzarán hasta noviembre de este año. La denuncia la hizo el concejal de oposición Alfredo Ramos, quien afirmó que el cronograma riñe con el mensaje de urgencia al que apeló la Alcaldía para lograr la aprobación de semejante billetera. ¿La premura de la administración era ‘cuento chino’?

Desde la Secretaría de Educación no titubean en desvirtuar las fechas compartidas por el concejal y sostienen que, por el contrario, el Plan de Infraestructura Educativa se encuentra en fase precontractual. “Las intervenciones comenzarán en febrero, no en noviembre como usted lo afirma”, le respondieron al concejal. Pero el cronograma compartido por el mismo despacho vía derecho de petición evidencia que, solo hasta julio, comenzarán las restituciones parciales en algunas sedes.

“La urgencia era supuestamente muy alta. ¿Cómo es posible que apenas en noviembre comiencen esas obras? Es increíble. Un engaño. Nos hicieron votar con urgencia y las obras empezarán 14 meses después de aprobar esas vigencias futuras”, expresa Ramos. La fotografía, entretanto, se mantiene: sedes con humedades y goteras, y colegios sin entregar por falta de paisajismo y adecuaciones. Volverán a clase en las mismas condiciones de hacinamiento.

Pero dos casos más evidencian que las demoras en la ejecución de las vigencias aprobadas no son aisladas. La Secretaría de Salud y el Inder también lograron inyecciones millonarias a través de la misma figura y aún no comienzan obras. Esto, en palabras de Ramos, corrobora el desorden de esta Alcaldía en el manejo del presupuesto.

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Lo que pasa con los colegios

Las obras en los colegios se ejecutarán a través de un contrato interadministrativo celebrado con la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) y se ejecutarán en tres proyectos. Lo que alega el concejal Ramos es que solo hasta el cierre de año comenzarán las obras estructurales, que permitirían la habilitación de sedes en riesgo y nuevos colegios. “Los arreglos que van a hacer previo a noviembre son menores. Para eso no se necesitan vigencias futuras, pero las meten ahí para mostrar que hay avances. Son techos, paredes, obras que no implican ingeniería o arquitectura”, dice el concejal.

Y es que el cronograma respalda las afirmaciones de Ramos. Aunque la ejecución de obras se fijó entre enero de este año y diciembre de 2024, habrá que esperar hasta julio para que comiencen las restituciones parciales y las demoliciones, y hasta noviembre para las obras de fondo.

Mientras llegan esas fechas, entre enero y marzo de este año, tendrán lugar los mantenimientos. “Y el papeleo”, dice el concejal. La Secretaría de Educación sostiene, sin embargo, que ya se cuenta con la priorización de las sedes y que el calendario proyectado permitirá atender 231 colegios. “Los restantes, 167, serán para 2024”.

La defensa que esgrime el despacho es que el plan trazado irá hasta 2024. En este se concibe la restitución de cuatro sedes educativas, con estudios y diseños, proceso que comenzaría en febrero. Los mantenimientos “integrales”, que beneficiarán a 32 sedes, están en fase precontractual. Y los mantenimientos “generales”, proyectados en 362 colegios, surten estudio. “Ya se visitaron cerca de 130 sedes para definir cantidades de obra y presupuestos”, aclararon.

Dudas en otros despachos

La ejecución de las vigencias no solo inquieta en el despacho de Educación. En el mismo paquete, el Concejo aprobó un monto de $83.800 millones para que la Secretaría de Salud fortaleciera la red hospitalaria de la ESE Metrosalud y ampliara, con un monto extra de $15.756 millones, la unidad hospitalaria de Santa Cruz, en el norte de la ciudad.

Aunque en el cronograma de la ESE se proyectan intervenciones en sedes desde febrero, algunas tendrán que esperar las adecuaciones y dotación de equipos hasta el último trimestre del año. Pero esto no es lo único: la entidad sostuvo en noviembre pasado que la Secretaría de Salud aún no le había transferido los recursos. “Hasta diciembre pasado”, dice Ramos, “no habían compartido la plata”.

Y en el Inder, que recibió vigencias por $64.500 millones para el mantenimiento de canchas, piscinas, coliseos, ludotecas y otros espacios de esparcimiento deportivo, ni hay cronograma. Resulta que el instituto aún está evaluando los escenarios a priorizar, por lo que tampoco ha definido el abecé contractual para la adjudicación de las obras.

“Absoluta improvisación: tener los recursos y no saber en qué se van a invertir. No tener el diagnóstico concreto de los escenarios deportivos demuestra un desconocimiento profundo de la entidad”, concluye Ramos, tras aseverar que este panorama aumenta la desconfianza respecto a los manejos que esta Alcaldía le ha dado a los recursos.