A pesar de la polémica del pasado lunes, cuando el congresista antioqueño Víctor Correa se subió a un camión del Ejército para impedir que varios jóvenes fueran conducidos a un Distrito Militar de Reclutamiento para definir su situación militar, la ciudadanía volvió a denunciar que el Ejército sigue ejerciendo esta práctica.
(Lea aquí: Congresista antioqueño se montó a un camión durante batida del Ejército)
Un lector de EL COLOMBIANO señaló que este miércoles cerca de la Terminal del Norte, miembros del Ejército Nacional estaban requiriendo a los varones que todavía no tienen libreta militar.
Al respecto, el coronel William Suárez Correa, comandante de la Cuarta Zona de Reclutamiento, explicó que esta labor es legal y que a ninguno de estos jóvenes se le sube al camión por la fuerza.
“Lo que nosotros hacemos es compeler, que es conducir a un ciudadano por los medios idóneos para definir una situación, en este caso la militar. Todo ciudadano que es transportado en estos vehículos lo hace voluntariamente”.
El coronel Suárez aclaró que las palabras compeler y batidas son algo completamente distinto ya que esta última palabra no es correctamente utilizada para esta coyuntura. Además, comentó que la institución no tiene otros medios a parte de los camiones para transportar a estos jóvenes, razón por la cual “se escandaliza la gente”.
Según el artículo 41 de la Ley 48 de 1993, las persona que después de haber sido citadas para definir su situación militar no se presenten ante las autoridades son declarados remisos y pueden “ser compelidos por la Fuerza Pública, en orden al cumplimiento de sus obligaciones militares, previa orden impartida por las autoridades del Servicio de Reclutamiento”.
En ese sentido, el oficial confirmó que las unidades del Ejército cumplen con su trabajo verificando que cada ciudadano que se sube al camión sea remiso y sobre todo que lo haga por voluntad propia.
“Muchas de estas personas aprovechan el vehículo para voluntariamente ser conducidos a la unidad militar y ser inscritos en las Juntas de remisos que se realizan una vez al mes.
Cuestionado sobre si alguno de estos jóvenes se niega a definir su situación militar, el coronel Suárez aclaró que el ciudadano está en libertad de no ser retenido, pero recordó que la sanción es de dos salarios mínimos legales vigentes por cada año de postergación de este trámite.