Sin terminar de recuperarse de las graves afectaciones dejadas el fin de semana por la creciente súbita de la quebrada la Desmotadora, sobre el municipio de Dabeiba se cierne otra amenaza: la del afluente Cañada Seca, que tiene acumulados sedimentos en un largo trayecto y, de seguir las fuertes lluvias de los últimos días, también podría generar una emergencia.
Así lo advirtió el alcalde de la localidad, Leyton Urrego Durango, quien ayer, con un equipo de geólogos e ingenieros del Dagran y de su unidad local de emergencias, analizaban la situación, que podría generar peor impacto que el que dejó la Desmotadora.
“Estamos haciendo un recorrido por la Cañada Seca, que ha dejado cerca de un km de sedimentos, de piedra menuda, de unos 5 metros de ancho por 3 de profundidad, y eso nos tiene muy preocupados porque si cae una lluvia fuerte sería catastrófico”, alertó el mandatario.
Según explicó a EL COLOMBIANO, este afluente cruza por el centro del pueblo y afectaría un sin número de inmuebles. “El tema de esta quebrada es complejo, porque tiene construcciones encima y pasa por el lado del Banco Agrario, el edificio del Café y un supermercado”, añadió.
Mencionó que del resultado de las evaluaciones que se hagan con la visita del equipo de profesionales y técnicos que ayer hicieron el recorrido dependía si al afluente se le introduciría maquinaria amarilla para extraer los sedimentos acumulados.
Cuentas bancarias
Sobre el caso de la emergencia por la Desmotadora, el alcalde informó que ayer se avanzaba en la caracterización de los damnificados.
Inicialmente, el Dagran reportó que como consecuencia de la creciente súbita ocurrida en la madrugada del lunes festivo, 185 viviendas sufrieron afectaciones, al igual que 52 establecimientos de comercio y 10 vehículos. Pese a la fuerza del fenómeno no se presentaron víctimas ni lesionados.
El director del organismo de atención de emergencias departamental detalló que el desbordamiento se dio porque se desató un fuerte aguacero que duró más de tres horas continuas, lo que “generó una avenida torrencial de la quebrada que transportó un gran volumen de sedimentos, provocando afectaciones”.
El alcalde Urrego Durango dijo que hay seis familias damnificadas en albergues, porque el resto se autoalbergaron donde familiares.
“En el momento necesitamos mucha ayuda con colchones, camas, cosas de hogar y aseo, porque la gente perdió todo lo que son muebles, electrodomésticos, y los comerciantes perdieron refrigeradores, hornos, todo”.
Para esto se habilitará una cuenta desde la alcaldía en la cual se puedan hacer aportes para ayudar a estas personas. La Desmotadora ya ha dejado un total de 23 víctimas y más de 700 damnificados en dos emergencias ocurridas en 2010 y 2018.
Otras localidades que han sufrido afectaciones por el invierno de los últimos días son Salgar, donde el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo declaró la calamidad pública para atender los desastres dejados por crecientes de las quebradas La Liboriana y Clara Arriba, y el río Barroso, que han causado dificultades en vías secundarias y terciarias, acueductos veredales y viviendas. Esta situación es atendida con apoyo del Dagran.
En los municipios de La Ceja y Turbo el fin de semana también se dieron inundaciones en los cascos urbanos que dejaron afectaciones a la movilidad y en algunas viviendas, pero sin víctimas ni lesionados. En Turbo la corriente arrastró motos y vehículos.
En La Ceja, los bomberos rescataron una mascota que había quedado atrapada en un caudal, mientras la alcaldía, con apoyo de la Empresa de Servicios Públicos local y Cornare abocó la limpieza de los afluentes para prevenir nuevas emergencias
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familias están en albergue, afectadas por creciente de la quebrada La Desmotadora.