El corregimiento La Herradura, del municipio de Armenia, en el Occidente antioqueño, quedó incomunicado. La banca de la única vía que conduce hacia ese sector se terminó de ir el pasado miércoles tras un intenso aguacero, aseguró Gildardo Bustamante, habitante de la zona.
Son 1.800 las personas afectadas por esta situación. El corredor secundario no solo conduce a los sectores Palmichal, Filo Seco y La Pescadora, también les permite a estos habitantes y los del municipio de Titiribí estar en permanente comunicación. La zona, según el alcalde Guillermo León Molina, conecta al Occidente con el Suroeste.
Los padecimientos no son nuevos, cuenta Gildardo. Desde mayo pasado, la vía se encuentra en pésimas condiciones: grietas y deslizamientos han aquejado la movilidad. Sin embargo, esa situación era tolerable, porque todavía había paso para los motocarros, bestias y peatones, pese a los riesgos.
“Todo empeoró de antier hacia acá”, relata Gildardo. “Con un aguacero que cayó, se agrietó mucho la carretera. Quedaron vacíos de casi dos metros de ancho. Un boquete. Nadie puede pasar: ni bestias ni vehículos”.
La preocupación de Gildardo no se cierne únicamente al transporte que por allí solía pasar. Por el momento, un chivero que se quedó encerrado de un lado del boquete transporta a quienes lo requieren hasta el lugar afectado. Allí, mediante puentes improvisados, pasan los peatones y otro chivero los acerca al casco urbano de Armenia, que está a diez minutos.
Lo que por allí no pueden pasar son las cargas. El café y los cítricos que allí cultivan se perderán en su totalidad, en caso de no encontrarse pronto una solución. “La cuestión es que esta es una carretera departamental, entonces no culpamos a la Alcaldía por no intervenir”, afirma Gildardo. “Ya han hecho presencia en la zona algunos funcionarios, pero no se ha concretado nada”.
Lo que dice la administración
EL COLOMBIANO le consultó al alcalde Molina por esta situación. Este precisó que un movimiento en masa de 25 hectáreas, en el sector de Palma Verde, es el que tiene perjudicada la vía, además de otras viviendas. “El Dagran hizo una visita técnica en compañía de la Gobernación. En esta se determinó que el movimiento en masa se aceleró con la ola invernal”, dijo el mandatario.
Este también detalló que ayer jueves la zona fue visitada por autoridades del Departamento. La cuestión es que las salidas parecen escasas. Por el momento, solo una solución podría devolverle el tránsito normal al corregimiento. “La única salida es comprar los predios aledaños para construir un paso provisional, mientras puede reconstruirse la vía”, afirmó el alcalde.
Lo anterior se debe a que la construcción de una vía totalmente nueva implicaría una inversión que el municipio no tiene y que el Departamento, en palabras del funcionario, no estaría dispuesto a pagar. Pese a esto, este insistió en un pedido de ayuda que no da espera: “Solicitamos que nos colaboren, para mirar cómo arreglamos el acueducto”.
Las lluvias del miércoles, además de generar el boquete en la vía, dejaron sin servicio de acueducto y alcantarillado a la zona. En este momento, las aguas residuales están cayendo en el terreno donde se presenta el movimiento en masa y a las veredas que integran el corregimiento no ha logrado llegar el carro recolector de basuras. La situación es dramática. No da espera.
