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Tristeza en Buriticá: destruyeron la estatua del cacique del pueblo
La imagen amaneció en el suelo, pendiendo de unos hierros.
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En este lugar estaba la estatua del cacique Buriticá. Foto: Cortesía. -
Así encontraron la estatua en la mañana del martes. Foto: Cortesía.
25 de octubre de 2022
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Los habitantes de Buriticá se despertaron con una mala noticia este martes. La estatua del Cacique Buriticá, instalada hace más de 15 años, amaneció destruida, partida. El símbolo apareció sobre el suelo, lo que generó tristeza en muchos. Entonces comenzaron las especulaciones.
En un comienzo se dijo que había sido un acto de vandalismo, deliberado, de alguien que quería mellar la moral del pueblo. De hecho, en el pueblo ya hay un antecedente de ese tipo. Hace un tiempo, unos desconocidos arremetieron contra la imagen del Santo Patrón que está en la vía de entrada del municipio. Este podría ser un caso similar.
Pero, ¿qué intenciones podría tener alguien en atacar la imagen del cacique Buriticá? Un habitante del municipio contó que, al parecer, el que dañó la estatua no fue una persona foránea con intención de hacer daño, sino alguien de la propia comunidad. “Eso fue un muchacho de acá que tiene una discapacidad mental y además estaba borracho. Ya todos saben que fue él”, dijo la persona.
Así encontraron la estatua en la mañana del martes. Foto: Cortesía.
El monumento no cayó al suelo del todo ni se lo llevaron. De hecho, de forma figurativa, el cacique quedó con la cabeza contra el piso. La figura tenía por dentro unas varillas de acero que, parece, eran las que la mantenían erguida. De esas varillas quedó pendiendo el cacique.
La estatua es un homenaje al cacique Buriticá y fue instalada en el periodo 2007-2004 por la administración municipal de ese entonces. La estatua representa al cacique atado de pies y manos. María Lucelly Higuita, habitante de Buriticá, comentó que este es un símbolo del municipio y su pasado.
Y es que el cacique es un mártir de la conquista del territorio antioqueño. En Recopilación historial, una crónica de la época escrita por Fray Pedro de Aguado, se cuenta la historia del cacique. A lo que ahora se conoce como el Occidente de Antioquia llegó, en 1938, una expedición que había salido desde Urabá.
Eran españoles bajo las órdenes de Juan de Badillo y, después de varios días remontando el Atrato y subiendo montañas, al fin habían dado con las minas de oro del Occidente. Cuenta el cronista que Badillo y sus hombres venían sedientos de oro y esa era su única pretensión.
En el cacique encontraron un férreo enemigo. Bajo su poder, el líder nativo tenía la mina de oro más rica de esas montañas. El cacique defendió lo que tenía bajo su poder, con valentía. Entonces, alucinado, loco por el oro, como lo cuenta y reprocha Fray Pedro, Badillo mandó a quemar vivo al cacique, al que amarraron y dejaron inerme.
Por esa historia, dice María Lucelly, es que es tan valiosa la imagen del cacique para las personas de Buriticá. Era un símbolo de resistencia.
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