La fractura de la bancada del Centro Democrático en el Concejo de Medellín se hace cada vez más evidente. En la mañana de este jueves 11 de noviembre, dos versiones de lo sucedido en el llamado “pacto de Chuscalito” se enfrentaron.
Hay que recordar que la bancada del CD se reunió el martes 9 de noviembre con la intención de crear un acuerdo que le permitiera al partido ostentar la presidencia de la corporación para 2022. Sin embargo, al día siguiente, en el momento de las decisiones, quedó claro que hay una fractura entre los concejales. En vez de votar por un solo candidato, como se había planeado, votaron por dos, Simón Molina y María Paulina Aguinaga, perdiendo así la posibilidad de llegar a la presidencia.
El asunto se centra ahora sobre las versiones de la reunión. Según conoció EL COLOMBIANO por personas que estuvieron en el encuentro, los concejales del CD votaron por Aguinaga y Molina a la par. Cada uno tuvo cuatro votos. Entonces, en videoconferencia con el expresidente Álvaro Uribe, líder natural de ese partido, se pactó que los otros tres concejales asistentes (Luis Bernardo Vélez, de Independientes; Daniel Duque, del Partido Verde; y Daniel Carvalho, de Todos Juntos) desempataran la votación para que el CD tuviera un candidato único.
EL COLOMBIANO conoció que, en efecto, los concejales externos a la bancada se decidieron por Simón Molina. Según la versión del partido, reforzada en la mañana de este 11 de noviembre en un comunicado de prensa, en Chuscalito sí hubo acuerdo. “El partido recuerda que su único candidato para tal dignidad debió ser el concejal Simón Molina, quien representa y defiende nuestras banderas. Por quien habían acordado votar como bancada y que haría parte de la actuación como coalición de oposición a la Alcaldía de Medellín. Reiteramos que sí hubo acuerdo y en la votación participaron 3 concejales externos al partido que hacían parte de la coalición”, aclara el comunicado.
Pero la versión oficial del partido contrasta por la de María Paulina Aguinaga. La concejala, en entrevista con EL COLOMBIANO publicada el 10 de noviembre luego de la votación, dijo que nunca se había llegado a ese pacto. Este medio conoció que la cabildante, en realidad, se fue muy molesta antes de que terminara la reunión de Chuscalito.
Para reforzar también su versión, Aguinaga, junto con sus compañeros Lina Marcera García, Nataly Vélez y Albert Corredor, emitieron una carta para relatar los hechos según su versión.
Según los concejales firmantes de la misiva, en Chuscalito no hubo nunca un pacto. La carta continúa diciendo que, una vez llegaron a la reunión, se dieron cuenta de que sus compañeros de bancada ya habían tomado la decisión de que la presidencia sería para Simón Molina. Ante esto, dicen, las mujeres de la bancada se opusieron y pidieron que se votara por una mujer, como efectivamente hicieron por María Paulina Aguinaga.
Entonces, según estos concejales, se hizo la votación, que al final quedó dividida: cuatro votos por Molina y cuatro por Aguinaga, como se repitió al otro día en el Concejo. Esta versión no hace mención al desempate exigido por Álvaro Uribe, que ya fue mencionado.
Lo que queda claro es que hay dos versiones de lo que pasó en Chuscalito, pero solo una conclusión: el CD perdió la presidencia del Concejo, que será ocupada por el conservador Lucas Cañas, cercano al alcalde Quintero.
En medio de esta misma polémica, el Centro Democrático abrió investigación disciplinaria a los concejales de Medellín Albert Yordano Corredor, María Paulina Aguinaga, Nataly Vélez Lopera y Lina Marcela García Gañán, por la violación al régimen de bancadas y a las decisiones adoptadas por el partido.
En consecuencia, informó el partido, los concejales pierden su derecho de voz y voto al interior del partido y como representantes del mismo ante la corporación pública “en los términos más estrictos que contempla el estatuto”.