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Hoy, después de tanto anuncio, comienza a regir el nuevo pico y placa en el Valle de Aburrá. Como ya se ha advertido, esta vez será de dos dígitos y, su horario, extendido: de 5 a.m. a 8 p.m. Desde que se instauró el modelo anterior, que solo sacaba un dígito de circulación, habían llovido quejas, en especial del gremio del transporte público. Por eso hay expectativa sobre cómo funcionará este nuevo pico y placa.
La primera advertencia es que esta semana no habrá sanción económica para quienes incumplan la medida, sino que se aplicará un comparendo pedagógico. Solo a partir del 24 de enero se cobrará la multa de $499.999 para quienes rueden en sus vehículos haciendo caso omiso a la restricción.
Taxis, ¿por qué exentos?
Una de las novedades que trajo el pico y placa, y que poco se ha discutido, es la exención de los taxis. ¿Por qué se tomó la decisión de excluirlos de la medida? La Alcaldía no dio mayores explicaciones al respecto, por lo que el tema pasó de agache.
Consultado al respecto, el gerente de Tax Individual y líder gremial, Fabián Quintero, respondió que este es un pedido que se venía haciendo desde “hace tiempo”. La principal razón, dijo, es combatir el transporte informal. Aunque los datos no se han actualizado, los transportadores sienten que el informal viene creciendo con voracidad.
Según un estudio del Área Metropolitana realizado en 2017 — el último que se hizo al respecto— el 16,2% de los habitantes del Valle de Aburrá acudía al transporte informal con alguna frecuencia. “Las condiciones para los carros particulares deben ser diferentes a las de los taxis. El taxi es el único medio de transporte que interactúa con todos los demás, como el metro y el colectivo. Esta exención se hizo en consenso con todos los secretarios de movilidad del área metropolitana”, explicó Quintero.
Por el Valle de Aburrá se mueven 27.000 taxis. La pregunta es si ahora, sin pico y placa, podría presentarse una sobre oferta del servicio. Para Quintero, esto no debe pasar siempre y cuando se haga control del transporte informal.
Pero, pese a que las previsiones son buenas para el gremio, criticó que las administraciones no han tenido en cuenta algunas observaciones que han hecho desde hace años.
“Hemos propuesto crear una ‘ola verde’, es decir, una sincronización de los semáforos para hacer más fluida la movilidad. También hemos indicado la importancia de instaurar contraflujos. Nos escuchan, pero cada que llega una administración se cambia lo que se había hecho. No hay continuidad política”, opinó Quintero.
Preguntas sobre el pago
Algunas de las dudas que persistían frente al pago es cómo, si un agente de tránsito lo detenía, el conductor podía probar su exención. Consultada al respecto, la Alcaldía de Medellín contestó que los usuarios recibirán un archivo digital que se expide después de 10 minutos del pago.
También se podrá verificar en una plataforma web que se habilitará. “El ciudadano que realice el pago para obtener el permiso especial por circulación, recibirá una notificación al correo que haya registrado, luego de realizar el pago. Adicionalmente, en el portal Movilidad en Línea se tendrá habilitado un espacio de consulta para validar las placas exentas de pico y placa”, precisó la alcaldía.
¿Y las motos?
Otro asunto que ha pasado de agache es el cobro a los motociclistas para quedar exentos de la medida. La Alcaldía definió que el monto a pagar será de $8.384, muy por debajo de los $38.250 exigidos a los carros particulares. Para Iván Sarmiento, doctor en Ingeniería de Transporte, la tarifa es adecuada. Otra cosa, sin embargo, piensan los motociclistas.
“¿O sea que solo guardamos las motos los pobres?”, preguntó un usuario en redes sociales. Esa postura es respaldada por Jensen Jaramillo, miembro del colectivo de motociclistas Vespa Club: “Lo vemos solo como una medida que busca recaudar, pero no es coherente con una visión ambiental o de movilidad. Hay muchos compañeros del colectivo que usan la moto para trabajar. Hay mensajeros, visitadores. ¿Por qué cobrarles otro impuesto?”, cuestionó.
Para Jaramillo, no obstante, serán muchos los motociclistas que pagarán. “Lo harán por necesidad, porque no tienen otra opción”, precisó.
El asunto no es menor, pues en el Área Metropolitana ruedan cerca de 1.700.000 vehículos. La mayoría de ellos, más de 900.000, son motocicletas.
Ahora solo resta esperar para ver los resultados del experimento y sacar conclusiones