Es un mandato. Uno del ciudadano de a pie, que clama por respirar un mejor aire. Exigencia materializada en una declaración, suscrita en Medellín, una de las ciudades más contaminadas de Latinoamericana, que quedará como la memoria del Primer Foro Mundial de Ciudades Bajas en Carbono.
Son 10 puntos, compromisos en los que se les pide a los gobiernos del mundo incluir a diversos sectores de la sociedad: académicos, estudiantes, empleados, en las decisiones políticas concernientes a las problemáticas ambientales.
El acuerdo fue establecido ayer, durante la jornada inaugural del Foro, en el teatro Pablo Tobón, que concluirá mañana y que cuenta con la presencia de 100 expertos, panelistas y expositores y cerca de 2.000 espectadores.
Para Juliana Gutiérrez, coordinadora de Ciudades Bajas en Carbono, los compromisos están relacionados con movilidad sostenible, manejo adecuado de residuos y basura, una economía circular y la calidad del aire.
“Planteamos, cómo debemos invertir y financiar el cambio climático y temas asociados a inclusión y participación ciudadana en la toma de decisiones para la reducción de emisiones y la medición de indicadores”, explicó.
Gutiérrez, a su vez, enfatizó que la intención es dejarle un mensaje a la ciudadanía de que puede ser parte y ayudar a construir las soluciones con respecto a la huella de carbono, por ejemplo.
“Los ciudadanos podemos apropiarnos de muchas soluciones que están a nuestro alcance, en nuestra cotidianidad, por ejemplo, si usamos el transporte público, la forma en que disponemos los residuos, la manera cómo consumimos lo local y con lo que estamos bajando la huella al evitar transportar los alimentos”, apuntó.
En el Aburrá estamos mal
Preocupa Medellín y las ciudades de su área metropolitana. La región ya atravesó una crisis ambiental y padece del penoso estigma de la del peor aire de Colombia.
Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), no desestimó las alertas, aunque destaca avances. “El PM 2,5 y el material particulado ultrafino, nos preocupan. Medellín y el Valle de Aburrá tienen unas condiciones morfológicas que hacen que cuando se cierra por nubosidad, ese material particulado quede atrapado y se padezcan problemas de salud”, recalcó Prieto.
Anunció, que como una de las medidas tomadas, el AMVA avanza en el estudio de referenciación para hacer un análisis epidemiológico sobre los efectos de ese aire en la salud.
Aceptó que hay que darle a la ciudadanía un mensaje sincero de que “no estamos bien, y tenemos que mejorar”.
“El tamaño de este valle, el más grande de Antioquia, pero el más pequeño de Colombia para una ciudad como Medellín y otras que lo componen, no ayuda mucho. Estamos entre un hueco” dijo y sentenció que el crecimiento del parque automotor es desproporcionado: “En los 80 teníamos 90.000 vehículos y hoy hay un millón 300.000”.
Anticipar compensaciones
En tanto el ministro de Ambiente de Colombia, Luis Gilberto Murillo, también invitado a la apertura del Foro, anunció un trabajo con los departamentos del país para enfrentar el cambio climático, las solicitudes desde Antioquia no se hicieron esperar.
Murillo advirtió que se debe hacer, entre todos, una revisión de valores, construir espacios ciudadanos donde haya mayor consciencia de reducir la huella de carbono
Por su parte, Prieto solicitó analizar la posibilidad de compensaciones anticipadas: “Así como existen mercados a futuro, hay empresas que pueden, si les damos un beneficio tributario, hacer compensaciones de proyectos que van a desarrollar a 10 o 15 años o ventas de energía a futuro”.
“No es los mismo sembrar el árbol en 15 años, que verlo en 15 años robusto”, concluyó.