Cuatro días después del derrumbe que sepultó la escuela La Lejía en el municipio de Andes, y dejó tres niños fallecidos, las familias están preocupados porque los niños sobrevivientes presentan cuadros de ansiedad, problemas para conciliar el sueño y rechazo a la idea de volver a clases, o incluso, a salir de sus casas.
Por eso pidieron con urgencia que un equipo de profesionales establezca una intervención integral para apoyar psicosocialmente a los 19 niños, sus familias y la profesora Eliana Rincones para evitar secuelas a mediano y largo plazo como consecuencia que la tragedia que vivieron.
La profesora Rincones ya había anticipado en diálogo con EL COLOMBIANO que lo más difícil luego de la tragedia no sería recuperar la infraestructura destruida sino el espíritu de esta comunidad educativa. “Las familias que perdieron a sus pequeños necesitan seguir contando con la comunidad educativa. En lo personal, es el mayor reto que he tenido como docente: ayudar a guiar a estos niños a superar esta pesadilla”.
El Ministerio de Educación, la Gobernación de Antioquia y la alcaldía de Andes aseguraron que están preparando un taller especializado de reconciliación dirigido a los niños, sus padres y los docentes.
La funcionaria también señaló que están buscando opciones aliados, donaciones y todo lo que permita que la sede destruida pueda establecerse en otro lugar y que cuente con todas las condiciones que tenía en ese punto de la vereda El Porvenir, en el corregimiento de Tapartó, antes de ser arrasada.
La Secretaría de Educación manifestó que ya tiene adelantada la logística para que los estudiantes puedan trasladarse diariamente y que esta reubicación no sea una causal de decersión.
Mientras tanto, la comunidad en Tapartó, a través del párroco del corregimiento, Aldemar Ramírez, y la junta de acción comunal, comenzaron una campaña para dotar nuevamente a los estudiantes de todos los implementos que perdieron. Por eso apelaron a la solidaridad para que los 22 niños matriculados tengan nuevamente sus kits escolares, material didáctico y recreativo, cuadernos, bolsos, loncheras, entre otros. Quien desee sumarse puede contactarse con el párroco al 3145723409.
Respecto a qué ocurrirá con la escuelita y el lote donde se ubicaba, el alcalde Carlos Osorio aseguró que se convertirá en un parque para honrar la memoria de Alexánder, Ana Sofía y Andrea, los pequeños que perdieron la vida mientras se encontraban en recreo