Con “una altísima probabilidad de certeza” el globo que se enredó con las alas y uno de los motores de un avión de Avianca en pleno aterrizaje en El Dorado, el pasado 31 de diciembre, fue lanzado desde algún punto del Valle de Aburrá. La afirmación la hizo la Aerocivil en un comunicado luego de conocerse el incidente y lejos de aclarar lo ocurrido abrió preguntas sobre cómo pudo ocurrir este hecho.
Lo que si está claro, dijo Avianca, es que los pasajeros y la tripulación del vuelo que cubría la ruta Orlando-Bogotá nunca estuvieron el peligro y aunque tanto el controlador aéreo como el piloto recibieron la información sobre la presencia del objeto al mismo tiempo, el piloto logró hacer un aterrizaje habitual, según conoció EL COLOMBIANO.
Sobre las posibilidades de que el globo hubiera viajado esta gran distancia consultamos a dos expertos.
David Pineda, cofundador del programa de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Antioquia, desestima la versión de la Aerocivil basado en los resultados de una investigación que lideró en 2014 llamado proyecto Aurora. “Lanzamos dos globos estratosféricos desde Santa Elena que alcanzaron una altitud de 26 y 32 kilómetros. Cayeron en Anzá y Ebéjico a 81 y 100 kilómetros de distancia. Estos globos están diseñados para soportar vientos de entre 100 y 200 kilómetros por hora, por eso en nuestra experiencia no creo que globos artesanales alcancen esas velocidades, soporten esas cargas y en consecuencia el globo que causó la situación en Bogotá no creo que haya salido de Antioquia”, explica el investigador.
Pineda dice que en los próximos días analizarán con un software desde los sitios desde donde presuntamente se lanzó el globo en mención e intentar calcular dependiendo de factores como el viento, dónde pudo haber caído.
Considera, además, que es una tarea pertinente de aclaración basada en datos, pues noticias y desinformaciones como las generadas con este hecho perjudican la labor científica que se hace a través de globos, una labor tan seria como la que dio vida al Proyecto Aurora, que involucró academia, Fuerza Aérea, Aerocivil y Ruta N.
Julio Consuegra, exjefe de Seguridad Aérea de la Aerocivil, menciona otro factor en contra de esta versión y es que de haber viajado desde Antioquia debió haberlo hecho en contra de los vientos en una alta probabilidad, tal como ocurre habitualmente pues el viento predomina del norte y hacia occidente y esta vez tuvo que haberlo hecho hacia oriente para que el globo hiciera el recorrido.
Aunque manifiesta que no entiende “cómo lograron hacer la trazabilidad del globo para asegurar de dónde salió” y considera improbable, por la anterior explicación, que su origen fuera el Valle de Aburrá, sí cree probable que un objeto de estos “viaje largas distancias si se montan en un buen viento y puede alcanzar unos 16.000 pies”.