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El monitoreo permanente de las autoridades ambientales, la vigilancia de la ciudadanía y el convencimiento de gremios y empresas de sumarse al proceso de descontaminación del río Medellín redujeron, de manera considerable, el vertimiento de productos químicos y otros agentes nocivos al caudal y sus afluentes.
El año pasado y lo que va del presente, las autoridades ambientales solo han iniciado un trámite sancionatorio en el Aburrá, en la zona sur, por un vertimiento de químicos.
No obstante, devolverle la vida al afluente es un proyecto aún lejano. En 2017 la Unidad de Emergencias Ambientales del Área Metropolitana y Corantioquia atendió 645 eventos, de los cuales 237 fueron relacionados con el Río Medellín. En lo corrido de 2018, han atendido 146 casos, de los cuales hubo un vertimiento de un líquido que le cambió la coloración al río.
Según Corantioquia, el punto de descarga del vertimiento se realizó en Caldas, en un tramo urbano del Río Aburrá, “cuya competencia es del Área Metropolitana”.
Maria del Pilar Restrepo, subdirectora ambiental del Área Metropolitana, explicó que, como autoridad ambiental, tienen una red de monitoreo del recurso hídrico para los 10 municipios del área metropolitana. “El sistema mide permanentemente cómo está la calidad del río Medellín y 37 quebradas”.
Con estas mediciones, operadas por expertos de la Universidad de Antioquia, se obtiene la información de dónde están los puntos críticos y en qué sectores deben intervenir.
Rubén Alberto Agudelo, asesor general de la Red Río, y docente de la U. de A., explicó que desde el año 2004, algunas universidades como la de Antioquia, la UPB, la U.de.M y la Nacional hicieron un convenio con el Área Metropolitana, denominado Red Río, para evaluar y monitorear la cantidad y calidad del agua y determinar cómo desde los territorios se afecta la calidad del agua de quebradas y el río, debido a las actividades de las viviendas e industrias, o por fenómenos naturales.
Desde el Alto de San Miguel, en Caldas, donde comienza el río, hasta el río Porce, llegan ingenieros y técnicos de la U. de A. a hacer monitoreo de la calidad físico-química del agua del río Medellín y pasan la información al Área Metropolitana.
Carlos Andrés Jaramillo, Ingeniero líder de la Red Río, indicó que existen 12 estaciones. “Inicialmente, el monitoreo se hace manual, unas 40 personas capacitadas van a tomar muestras que se llevan a laboratorio para medir parámetros de la calidad del agua en cada zona”, dijo el ingeniero, quien explicó que tres de esas estaciones son automáticas, lo cual “ ha requerido gran inversión de las autoridades ambientales, pero así se puede evaluar de forma más ágil y precisa la calidad del agua, durante todo el día”.
A corto plazo, Red Río espera habilitar otras siete estaciones automáticas. Según Rubén Alberto Agudelo, asesor general de la Red, mejorar la calidad del río “es labor de todos”, el experto manifestó la necesidad de concientizar a las personas para que tengan un uso razonable del agua, respeten las quebradas y no arrojen residuos.
“El aumento de la población hace que haya más carga contaminante y más presión sobre el río. La falta de seguimiento a permisos ambientales también hace que se cometan desafueros”, puntualizó Agudelo, quien considera que “el Río Aburrá Medellín requiere actuaciones simultáneas para que se convierta en un eje ordenador positivo, y no un sitio en el que creemos que puede arrastrarlo todo”.
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