Un portentoso muro se erigió en cinco años, entre las cordilleras Central y Occidental, para contener el segundo río más importante del país que se embalsó 75 kilómetros aguas arriba.
Después de 15 meses de reveses sucesivos, el proyecto hidroeléctrico de Ituango sumó otro hito al poner el último de los 20 millones de metros cúbicos de material que conforman la presa, una de las tres estructuras principales de la megaobra junto con la casa de máquinas y el vertedero. Pese al logro, aún quedan 30 meses para retomar las riendas y poner a funcionar la central.
Este es el recuento del más reciente logro y los obstáculos que aún restan para que se puedan cortar las cintas.
Puede leer: Presa de Hidroituango ya está en su punto máximo
Una obra de 65 meses
Conforme a lo establecido en el cronograma original del proyecto, el río Cauca debía desviarse a principios de 2013 para empezar la construcción de la presa. Sin embargo, durante la ejecución del contrato se presentaron problemas prediales, demoras en la construcción de vías y dificultades en los pozos de compuertas, por lo que el río solo pudo ser desviado en febrero de 2014.
Capa a capa, la megaestructura empezó a compactarse a lo largo de la base de la presa, de un kilómetro de longitud, en el antiguo lecho del río.
Su terminación estaba proyectada para julio de 2018 pero dos meses antes colapsó el túnel auxiliar. Cuando se presentó la contingencia, el 28 de abril de 2018, la presa estaba en la cota 380 m.s.n.m., a 30 metros de la altura de seguridad. La probabilidad de que el embalse siguiera subiendo y sobrepasara la estructura, generando el riesgo de una avalancha sin precedentes en las cuencas media y baja del Cauca, llevó a EPM a desviar el caudal por los túneles de la casa de máquinas y a subir el muro con rapidez.
El 24 de mayo, 26 días después del colapso del túnel, la noticia fue que la presa había alcanzado la cota 410 m.s.n.m., nivel que clausuraba el riesgo de colapso de la estructura.
Una vez el lleno prioritario llegó a los 418 m.s.n.m., empezó la implementación de una pantalla de bentonita en el interior, para sellar los 38 metros que se hicieron con premura. Las filtraciones bajaron de 40 a 8 litros por segundo.
“Esas dos decisiones (el lleno prioritario y la pantalla bentonítica) son inéditas en la ingeniería mundial”, resaltó Jorge Londoño De la Cuesta, gerente de EPM.
El viernes pasado culminó el tramo final del muro, a 435 m.s.n.m., altura final en el diseño original del proyecto.
Los próximos retos
Pese a que el proyecto logró la conclusión de su componente más grande, aún restan otros hitos para retomar el control.
El próximo será el cierre de la segunda compuerta de la Galería Auxiliar de Desviación (la primera fue ocluida el 29 de mayo) a finales de agosto, con lo que este túnel será clausurado de forma definitiva.
En noviembre se prevé la conclusión del pretapón en el túnel derecho, el mismo que causó la creciente de 6.000 m3 por segundo el 12 de mayo de 2018. En este se realizaron seis perforaciones desde el túnel de descarga intermedia para inyectar grava y formar el tapón. “Este es un trabajo meticuloso para que no suba la presión”, contó William Giraldo Jiménez, vicepresidente de Proyectos de Generación de Energía de EPM.
Sobre la casa de máquinas, corazón de la central, y cuya desviación del río entre el 10 de mayo de 2018 y el 5 de febrero de 2019 generó afectaciones en el 70 % de su estructura, Giraldo sostuvo que buscan llenar las cavernas afectadas, asegurando muros y techos, para seguir la inspección. Dijo que ya se tienen diseños de las reparaciones.
Asimismo, indicó que falta remover 200 metros de material en el túnel vial que conecta con la casa de máquinas, logro que permitirá el ingreso de volquetas y maquinaria pesada para agilizar las reparaciones. La oquedad que une los túneles uno y dos ya se empezó a llenar.
Cabe recordar que aún está vigente la resolución 820 de junio de 2018 impuesta por la ANLA, la cual suspendió las actividades relacionadas con la etapa de construcción regular del proyecto. La sanción se mantendrá hasta que peritos independientes emitan un dictamen sobre las condiciones de seguridad de las obras.
EPM espera estabilizar la estructura subterránea para que los expertos rindan el informe solicitado y se pueda levantar la restricción.
La meta de generación de energía continúa vigente para el segundo semestre de 2021, momento en el que operaría el primero de los ocho generadores. Se estima que la energía que produciría Hidroituango, con una capacidad de 2.400 megavatios, soportaría el 17 % de la demanda nacional, algo como la energía para atender 8 millones de hogares en un año. Los retos no paran.