El Consejo Superior de la Universidad de Antioquia reeligió ayer a John Jairo Arboleda Céspedes como el rector de esa institución para el periodo 2021 - 2024. Con un apoyo unánime de ocho votos, los integrantes de ese órgano optaron por extender por tres años más la gestión del líder académico.
Tras un periodo marcado por un paro estudiantil que trastocó el cronograma administrativo, debates por los problemas de seguridad al interior del campus y la llegada de una crisis sanitaria que golpeó las finanzas, Arboleda Céspedes deberá enfrentar varios retos durante su segunda etapa al frente de la institución, cuya oferta y calidad educativa la mantienen como una de las mejores universidades del país y la región.
“El desarrollo investigativo y científico de la universidad va muy bien. A pesar de las enormes dificultades en nuestro país para hacer investigación, esta universidad ha sabido buscar recursos y hacer alianzas con organismos nacionales e internacionales que le permitan mantenerse dentro de las mejores universidades del país”, dijo Arboleda.
El problema del presupuesto
Aunque cuando llegó al cargo, en abril de 2018, Arboleda recibió una proyección de $58.000 millones de déficit financiero, al cierre del año pasado ese indicador se ubicó en los $10.000 millones.
Pese a que el rector atribuyó esa mejora a una inyección de recursos por parte del Gobierno Nacional, que aportó cerca de $25.000 millones adicionales al presupuesto de la universidad, y al éxito de un plan de austeridad, el líder académico advirtió que la raíz del problema aún persiste.
Según detalló, esa dificultad consiste en que el crecimiento de los costos operativos es más alto que el incremento de la inversión permitida por la Ley 30 de 1992.
Mientras la universidad debe ampliar su capacidad, advirtió, la Gobernación de Antioquia y la Nación, que aportan el 50 % de la base presupuestal, no pueden ampliar su inversión.
Bajo ese panorama, agregó, la universidad deberá encontrar otras formas de ampliar su presupuesto. En este caso, buscando alianzas con los principales municipios del valle de Aburrá.
“Aunque ellos aportan a través de la estampilla, esos recursos no hacen parte de la base presupuestal; es decir, no pueden usarse para gastos de funcionamiento. La idea es lograr un acuerdo municipal que nos permita tener recursos de base, esencialmente con el municipio de Medellín”, detalló Arboleda.
En un panorama de corto plazo, el rector advirtió que otra prioridad será mitigar los impactos que la pandemia le propinó a las finanzas de la institución.
Aunque el último balance financiero arrojó que cuando se suspendió la educación presencial en marzo de 2020 se generaron ahorros en materia de acueducto, energía, viáticos y transporte, las medidas de bioseguridad que se implementaron y la ampliación de los contratos de los profesores hicieron que esos ahorros fueran superados por los nuevos gastos de funcionamiento.
De esta manera, tanto en el corto, como en el largo plazo, una de las prioridades de la institución será encontrar un camino para balancear sus cuentas.
Seguridad e informalidad
Junto a la cuestión financiera, otro campo que dominará la agenda durante el próximo periodo será la seguridad. Esto a raíz de lo ocurrido durante el último semestre de 2019 y el primero de 2020, cuando grupos armados emitieron un panfleto amenazando a estudiantes y docentes. Un episodio que se sumó a casos de violencia de género y las constantes denuncias por robos y microtráfico al interior del campus.
“La universidad le cerrará las puertas a lo ilegal. Estamos hablando del microtráfico y expendio de productos ilegales. Nos vamos a encargar del bienestar de los estudiantes para que no tengan que recurrir a ninguna de estas actividades”, expresó Arboleda, quien agregó que durante su nuevo periodo impulsará una política para erradicar la violencia de género.
Otras tareas
Durante el anuncio de la reelección, realizado durante la tarde de ayer, el rector anticipó que una de las tareas que ocupará a su despacho durante los primeros meses de gestión será la de avanzar en las dos megaobras emprendidas este año: la construcción de una nueva sede para la Facultad Nacional de Salud Pública y la ampliación de la Ciudadela de Robledo. Ambos proyectos avaluados en $70.649 millones con los que se busca impactar a una población de más de 3.300 estudiantes.
De igual forma, otros de los retos que deberán afrontarse serán mantener la calidad de la oferta educativa, diversificarla y fortalecer los procesos de regionalización.
El gobernador Aníbal Gaviria, quien participó durante la jornada, planteó que el respaldo unánime del Consejo Superior a la elección de Arboleda demuestra que el camino para afrontar los desafíos que trajo la pandemia deben ser enfrentados desde la unidad.
“Este respaldo también significa un respaldo a la labor que él y todo su equipo han venido adelantando”, concluyó Gaviria Correa
8
votos, de ocho posibles, fue el respaldo obtenido por Arboleda para su reelección.
43,9%
de los 38.437 estudiantes matriculados en la U. de A. en 2020-1 eran de Medellín.