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Medellín y el Valle de Aburrá siguen consternados por los casos de crueldad contra los animales, como el ocurrido esta semana con una canina en la ciudad y dos perros en el municipio de Barbosa, por lo cual desde ya se está organizando una marcha de protesta para clamar justicia y castigo para los responsables.
El movimiento de protesta está programado para el próximo sábado 25 de febrero en horas de la tarde. La invitación es a concentrarse en las afueras del Teatro Pablo Tobón Uribe (Centro de la Medellín, avenida La Playa) a las 2:00 para iniciar el recorrido.
La convocatoria la hace un hombre conocido en la red Instagram como @APOLOSTARS, quien fue la persona que asumió la tarea de salvar del horror a los caninos de Barbosa.
Este caso se refiere particularmente al hecho en el cual un perro fue despellejado (le cortaron la piel) desde el cuello hasta la cola, quedando todo su cuerpo en carne viva y con los órganos visibles. Se llamaba José Miel y no pudo sobrevivir a semejante agresión, aunque con la ayuda de la fundación Fitde4patas se le hicieron las atenciones veterinarias del caso.
En el mismo hecho criminal también le propinaron varios machetazos a otro canino de nombre Osito, el cual tampoco pudo sobrevivir y finalmente murió en la mañana de ayer viernes 17.
Los perros eran propiedad de una señora de nombre María Margarita Rengifo, que tiene un refugio de 83 animales en la vereda Popalito El Tablazo, a quien al parecer quieren desplazar del lugar.
“Marchemos en memoria de José Miel y Osito, asesinados brutalmente, y por todos aquellos que han sufrido lo más extremo de la crueldad humana y ha quedado en la impunidad”, dice @APOLOSTARS en su invitación.
El otro caso de agresión infame contra un animal se dio en la zona nororiental de Medellín, en los límites con Bello, donde una perrita de raza Bulldog Francés, en estado de extrema desnutrición y con varias enfermedades a cuestas, fue arrojada viva a un camión de la basura, de donde se salvó de morir compactada por la máquina gracias al rescate oportuno de los operarios del vehículo y la intervención de una vecina.
El caso, como lo relató EL COLOMBIANO en su momento, fue asumido por la rescatista de Canes Guerreros Alexandra (Alexa) Ramírez, quien hizo todos los intentos por intentar salvarla, pero era tan grave su condición de abandono y maltrato, que al final Betty, como ella la nombró, no pudo salvarse de morir.
Sobre este caso, la Fiscalía y su grupo Gelma, que lucha contra el maltrato a los animales, asumió la investigación y según conoció EL COLOMBIANO, ya fueron contactados los responsables.
Aún no hay detalles de cómo avanza la investigación, pero se espera que sobre ellos caiga todo el peso de la ley (la 1774 de 2016), una norma que en realidad es endeble a la hora de castigar a los que cometen crímenes contra los animales, pues la pena máxima son tres años y estos, a la luz de la legislación nacional, son excarcelables, lo que significa que aunque se judicialicen y se determinen responsabilidades, nadie paga prisión por esta causa.
Así lo recalca el diputado (y exconcejal) animalista Álvaro Múnera Builes, quien expone que frente a estos delitos “se necesita una ley que de verdad castigue a quienes maltratan, torturan y matan cruelmente a los animales”.
Múnera advierte que los fiscales y jueces no tienen culpa de este vacío, pues investigan y establecen responsabilidades, pero la ley es laxa. Por eso pide que los delitos contra el maltrato animal “no sean excarcelables, que los culpables paguen mínimo de uno a cinco años tras las rejas, en prisión intramural”, por lo que espera que el actual Congreso dé avances en ese sentido.
Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.