El mundo volvió a mirar a Medellín. Esta vez, en el escenario de la vigésimo segunda edición de los Premios de Negocios Bravo, en Miami. La capital antioqueña fue la ciudad más transformadora del año, por las consideraciones del Council of the Americas sobre su transformación y su modelo de desarrollo urbano.
Destacan los organizadores que este reconocimiento representa la excelencia y el liderazgo en los negocios, la política y el desarrollo social en las Américas.
“Estos ganadores complementan un excepcional grupo de líderes”, dijo la presidente y gerente de Americas Society/Council of the Americas, Susan Segal. “Estamos encantados de organizar nuestra primera gala y Premios Bravo en Miami para celebrar algunas de las principales historias de éxito en los negocios, el servicio público y el sector sin fines de lucro en las Américas”, agregó.
El alcalde Federico Gutiérrez recibió anoche el premio en nombre de Medellín por su trayectoria de innovación social y compromiso con la modernización y la globalización. El mandatario local, participó también en el Simposio del Council of the Americas, evento que reunió a 400 líderes empresariales y políticos para una conferencia considerada uno de los foros más importantes sobre el desarrollo económico y social en la región.
El reconocimiento internacional se suma a otros otorgados a la ciudad en los últimos años, aunque diversos analistas difieren en la importancia y autenticidad que tienen estas muestras de la imagen que proyecta Medellín.
Nicolás Posada López, director ejecutivo del Comité Intergremial de Antioquia, comentó que premios como este generan más posibilidades para que la ciudad reciba mayor inversión extranjera.
“Ya Medellín no es la ciudad que se pensaba hace 10 o 15 años. Es una ciudad de talla mundial que evidencia un claro compromiso del sector público y privado por la transformación, el progreso y la competitividad. Por supuesto que los inversionistas nos ven”.
De acuerdo con el empresario, la capital de Antioquia es un referente para los negocios, que se viene transformando en una ciudad global, moderna, responsable e incluyente. “Tenemos un camino largo por recorrer en donde el mejoramiento y el autoanálisis nos permitirán consolidarnos como una ciudad de talla mundial”.
Carlos Julio Díaz, presidente de la Veeduría al Plan de Desarrollo, sostuvo que estos reconocimientos son positivos no obstante, pueden crecer el ego. “El mensaje al gobernante puede ser que está haciendo las cosas muy bien, que no hay problema. Y esa situación tiene un aspecto negativo: no reconocer la Medellín invisible, que no está en la preocupación de la política pública”, dijo vocero ciudadano.
Díaz conceptuó que hay dos ciudades. Una Medellín que potencia la imagen internacional, mediática, innovadora, que invita a los negocios.
Pero también está la ciudad con problemáticas no superadas, que cuenta con unos territorios donde el Estado no puede ejercer el monopolio de las armas, el tributo y la justicia. “No podemos olvidar que muchos negocios pagan vacuna a los grupos ilegales de la ciudad”, manifestó Carlos Julio Díaz.
No obstante, reconoce el liderazgo que tiene Medellín en en Colombia .