La pandemia de la covid-19 además de tener impacto negativo sobre asuntos como el social, económico y sanitario, también alertó a las autoridades por problemas relacionados con la salud mental, especialmente, durante los periodos de confinamiento.
Medellín no es ajena a esta situación, pues en 2020 la Línea 123 Social pasó de atender 2.300 llamadas en los meses de enero y febrero, a tener un promedio de 5.800 llamadas mensuales el resto del año, para un total de 69.852 reportes de personas, familias o grupos poblacionales que requerían atención en salud mental asociada con problemas de conducta y ansiedad, entre otros.
En ese contexto, el año pasado se prestó especial atención a la Política Pública de Salud Mental y Adicciones de Medellín, que fue creada en 2005 y actualizada en 2009, y se decidió hacer una nueva actualización, aprobada en el Concejo municipal en noviembre de 2020.
EL COLOMBIANO conoció que dicha corporación le hará seguimiento y control a la implementación de esta política, y consultó cómo la administración municipal adelanta, en medio de la pandemia, las estrategias de atención en esa materia.
Seguimiento a la iniciativa
Considerando que en medio del confinamiento era factible que se acrecentara el deterioro en la salud mental de los medellinenses, la Alcaldía presentó al Concejo el proyecto de acuerdo 08 de 2020, que fue aprobado para actualizar la política pública de Salud Mental y Adicciones.
Dentro de este proyecto se conoció que el plan se enfocó en fortalecer la política pública para lograr que trascienda la mirada de salud mental ligada a la patología, y reconozca los niveles de promoción, prevención e intervención para los pacientes y sus familias.
Luis Bernardo Vélez, concejal que coordinó la actualización de la política pública, planteó que tras aprobar la iniciativa, durante 2021 se le pondrá lupa a su aplicación, ya que considera que en medio de la pandemia, se vive una “epidemia” en trastornos mentales.
“Ya tenemos las vacunas contra el virus, pero también necesitamos acciones de contingencia, presupuesto y voluntad política para atender las enfermedades mentales, un tema fundamental para la ciudad de Medellín”, apuntó Vélez.
Por su parte, Lina Bedoya, líder de la Unidad de Promoción y Prevención de la Secretaría de Salud de Medellín, resaltó que ese proceso se cumplió con el objetivo de la administración municipal de fortalecer los procesos de atención en salud mental de la ciudad.
“Esta actualización obedeció a la necesidad que identificamos de que este tema llegue a todas las comunas de la ciudad, lo que requiere la gestión intersectorial y articulación de toda la institucionalidad con la comunidad como protagonista”, explicó Bedoya.
Acciones implementadas
Dentro del enfoque propuesto por las autoridades de Salud a nivel municipal se explicó que la prioridad fue fortalecer los canales de comunicación para todos los habitantes de la capital antioqueña, que desearan reportar cualquier tipo de situación relacionada con la salud mental.
En ese sentido, se resaltó que es prioritario que cualquier ciudadano que atraviese por alguna situación de emergencia social puede ser atendido de forma ágil y gratuita tanto por la Línea 123 Social como por la Línea Amiga, marcando el 444 44 48.
“Este es un canal fundamental para la atención de la salud mental e invitamos a la ciudadanía a utilizarlo, pues desde el año pasado lo habilitamos las 24 horas del día, con el fin de atender cualquier consulta o solicitud, que además se podrá canalizar a través de él atención digital especializada en Psicología y Psiquiatría”, aseguró la funcionaria de la Secretaría de Salud.
En ese sentido, Bedoya añadió que además de fortalecer el servicio de la línea telefónica con la nueva política pública, se está llevando atención a la comunidad en términos individuales, familiares y sociales desde la prevención y sensibilización con estrategias como “Medellín Me Cuida - Salud”.
“Con esta iniciativa hacemos una intervención integral acompañados por psicólogos, y vamos a las comunidades para hacer el reconocimiento de problemáticas y educación para comprender que las alteraciones en la salud mental son algo común, que requiere ayuda y reportes efectivos tras el reconocimiento de síntomas”, resaltó.
Adicionalmente, la funcionaria señaló que dentro de la estrategia de atención integral hacen parte los “escuchaderos”, lugares para hablar y ser escuchado para velar por la integridad mental de los usuarios del metro de Medellín.
“Tras emprender este proyecto el año pasado, estamos definiendo la cantidad de ‘escuchaderos’ que tendremos y consideramos que serán cuatro dentro del Sistema Metro y aproximadamente seis más estarán ubicadas en centros comerciales”, apuntó.
Salud mental, una prioridad
Jorge Posada, médico e integrante de la Asociación Médica de Antioquia (Asmedas), consideró que atender la salud mental es fundamental debido a que el contexto del confinamiento ha sido una amenaza a la vida social y al bienestar social, debido a las consecuencias negativas en las relaciones personales como las familiares y de pareja.
“En la medida en la que todos los que nos rodean estén bien, lograremos un bienestar social, por eso es necesario atender la salud mental, que se ve afectada por estrés, ansiedad y depresión, desde lo individual hasta la familia y el entorno. Hay que apostarle a las acciones encaminadas a prevenir y manejar estos temas”, planteó el profesional en salud.
En esa línea, Bedoya añadió que las estrategias mencionadas se complementan con los 80 Equipos Territoriales de Atención Integral a la Familia (Etafi) que actualmente llegan a las 16 comunas y cinco corregimientos de la ciudad de Medellín.
“Cada Etafi tiene un equipo conformado por psicólogo, enfermera, auxiliar de enfermería, trabajador social, entre otros, que van a los hogares, dar atención y resolutividad a una serie de situaciones que pueden desfavorecer la salud mental de una familia. Para este año esperamos llegar a los 160 Etafis, fortaleciendo esta estrategia”, explicó.
Adicional a estas iniciativas, tanto la funcionaria como el médico resaltaron que en el entorno familiar se debe estar en alerta ante ciertos comportamiento que pueden ser síntomas de afectaciones en la salud mental, procurando garantizar una atención oportuna y efectiva.
“Hay que estar atentos a los pequeños cambios en el comportamientos de las personas en lo rutinario. Por ejemplo cambio en los hábitos alimenticios, rutinas diarias, temas emocionales, encierro, y se debe tener cuidado cuando la persona duerme más de lo habitual, tiene desinterés para realizar sus actividades diarias, manifiesta deseos de no querer vivir”, apuntó Bedoya.
En sentido, la mujer añadió que se debe prestar atención urgente a esas alarmas reportando los en las líneas habilitadas, ya que la mayoría de atenciones son orientadas a contener crisis emocionales y de pérdida del sentido de la vida.
“La política pública también incluye el proyecto Tomarnos El mundo enfocada en las personas que consumen sustancias psicoactivas, y con el que buscamos no solo identificar a los consumidores, sino generar alrededor de ellos unos factores claves que favorezcan la mitigación de esos consumos y garanticen el acceso a la atención en rehabilitación”, añadió la funcionaria.
Lo que sigue en 2021
Para este mes, el concejal Vélez convocó a la reactivación de la comisión accidental para hacer seguimiento y control a la implementación de esta política en Medellín, resaltando que es un tema que debe estar vigente y bajo constante supervisión.
“Ahora la prioridad es garantizar que la política pública se materialice con los recursos técnicos y presupuestales necesarios, de manera que se brinde la atención urgente de pacientes, familiares y comunidades”, aseguró el corporado.
Desde la administración municipal se planteó que este tema es prioritario, especialmente en tiempos de pandemia, y se resaltó que los Etafi han trabajado con 30.000 familias medellinenses, y la meta es lograr que en 2023 se beneficie a 100.000 familias en total.
En esa línea, se invitó a la ciudadanía a no considerar los temas de la salud mental y drogadicción como menores y acceder a todos los canales y líneas disponibles para recibir atención oportuna y efectiva, que garanticen acompañamiento profesional.