Desde noviembre del año pasado, la Alcaldía empezó la adecuación de paraderos de buses con pantallas LED para mostrar los mapas de las rutas y los tiempos de espera. De esta manera, los usuarios podrían calcular con antelación su desplazamiento para hacer así más eficiente el uso del transporte público en la ciudad. Sin embargo, esto no está funcionando como debería.
El alcalde Federico Gutiérrez estableció, en aquel momento, que su adecuación no representaba una inversión para la Alcaldía, aunque esta sí es la responsable de que el enlace tecnológico entre paraderos y buses funcione. Mientras que el concesionario (CAS S.A.) gestiona la publicidad de las pantallas y el mantenimiento de la infraestructura.
Hasta el momento (casi un año después), según la Secretaría de Movilidad hay 206 paraderos habilitados para presentar información de frecuencias de las rutas de los 833 que tiene Medellín. Su buen funcionamiento es intermitente, pues, según agregó la dependencia, informar las frecuencias de las rutas es una responsabilidad compartida con las empresas de buses, que aún trabajan en las adecuaciones necesarias para lograrlo. Por lo tanto, es habitual que en las pantallas se proyecte un mensaje estático, como “pagar tu pasaje es una apuesta por la legalidad”.
Gustavo Pino, habitante del barrio Laureles, por ejemplo, afirma que toma el bus todos los días en la avenida Nutibara, “y desde que pusieron esas pantallas no me ha tocado ver la primera que funcione por acá. En el Centro sí he visto una que otra”.
Una transición lenta
Por otro lado, están las rutas. Al respecto, Marta Suárez, líder de Prospectiva Vial de Movilidad, afirmó que 71 de las 272, que circulan por la ciudad, tienen en alguno de sus automotores la tecnología necesaria para conocer los tiempos de espera aproximados entre una parada y la siguiente.
El número de buses que cada empresa dispone para cubrir una ruta es variable, y mientras que hay compañías que adecuaron la totalidad de su flota asignada a un recorrido, otras han incorporado el sistema de seguimiento solo en algunos buses que hacen el trayecto. Esta situación afecta la información que aparece en los paraderos.
Los registros de la secretaría indican que, de los 3.200 buses que ruedan por las calles de Medellín, únicamente 560 envían información de sus tiempos de recorrido, en parte porque las tecnologías con las que operan los que están conectados varían, lo que afecta la exactitud de la información de los paraderos.
“Hay dos modos de transmisión: en línea y la de tipo bach. La primera permite conocer en cada segundo dónde está el bus, mientras que la segunda recoge la información de cada recorrido completo de la ruta y al finalizar es enviado desde una terminal con conexión WiFi”, dijo. Según la funcionaria, “en los paraderos la transmisión no es continua porque no todos los buses entregan la información en línea. Puede que haya información de uno, pero no del siguiente”.
¿Qué dicen las empresas?
De acuerdo con Juan Gonzalo Merino, presidente de la Asociación de Transportadores del Valle de Aburrá (Asotransvaa), la inversión que debe hacer cada empresa transportadora para adecuar uno de sus buses al sistema de transmisión en línea puede alcanzar los $10 millones. Y las empresas están dispuestas a hacer la inversión, pero no se comprometen a dar una fecha para concretar la renovación completa.
“Estamos en un proceso de transición tecnológica porque la Secretaría de Movilidad tiene una tecnología (en línea) y los transportadores otra (bach). Esos ajustes conllevan una inversión que se ha realizado de forma diferenciada en las empresas, por lo que luego de un año aún no alcanzamos el 100 % de cobertura en los buses y los paraderos”, dijo.