A pesar de que el megacolegio La Sierra, de la comuna 8, sector centroriental de Medellín, fue inaugurado en 2015 y empezó a funcionar desde enero de este año, sus estudiantes se han visto afectados por la falta del agua potable en el recinto educativo. El problema, según explicó el subsecretario administrativo y financiero de la Secretaría de Educación, Héctor Rendón Osorio, se debe al racionamiento de agua potable implementado en Medellín, que influyó a su vez en efecto dominó, las recientes medidas que se estaban llevando a cabo en el interior de la institución para contrarrestar el hecho que para EPM le era imposible bombear el agua potable a los 1.930 m.s.n.m. donde se construyó la institución.
Todo esto, mientras EPM adelanta las pruebas de salubridad pertinentes a los dos tanques aledaños al megacolegio, que posibilitarán a la empresa de servicios públicos el correcto sistema de bombeo del agua en el lugar con una presión adecuada por debajo de los 1.930 m.s.n.m.
Desde que los 750 estudiantes iniciaron las clases en La Sierra, dos casas aledañas han estado haciendo las veces de tanques de agua para el colegio. En estas, según Rendón, Urbaniscom Limitada, contratista del megacolegio, instaló de forma recursiva para hacerle paso al problema: varias tuberías internas y con una motobomba este aseguró el bombeo de agua al colegio. Pero las recientes medidas de racionamiento de agua potable en la ciudad han ocasionado que los vecinos que estaban supliendo con agua a la institución no den abasto.
“Estamos haciendo unas pruebas de salubridad de los tanques que construimos, para ello, hay que hacer lavado y desinfección. Luego se pasará a hacer las pruebas de salubridad que son pasadas a EPM, y por último, realizaremos la conexión de los mismos”, explicó Rendón, que aseguró además, que dichas pruebas de salubridad ya están en manos de Empresas Públicas de Medellín y que en cuestión de 15 días la Secretaría de Educación recibirá ese informe para darle luz verde: “ En dos semanas el colegio tendrá el agua potable”, seguró Rendón.
El colegio se diseñó así, acentuó Rendón, que agregó que para mediar dicho problema, el contratista se vio obligado a comprar un lote contiguo a la institución para la instalación de los dos tanques: “Se construyó e instaló un tanque en el colegio, de 64 metros cúbicos, y otro abajo de los 1930 m.s.n.m., de 10 metros cúbicos, en un lote contiguo a la institución. La idea es el agua de EPM llegue al tanque de abajo y bombee al de arriba”, explicó.
“Le escribimos a EPM para que nos facilitara desde esta semana dos carrotanques. Por ahora, están comprometidos, una vez a la semana, dos carrotanques que van a completar el agua que se recoge de las mangueras”, aseguró el funcionario.