Hasta las oficinas del Inder, en el sector Estadio, llegaron este viernes usuarios inconformes con el manejo de esa institución. Con pancartas y la consigna “El Inder no se siente” irrumpieron en las instalaciones.
Carlos Mario Zapata, uno de los protestantes, dijo que desde hace dos meses están frenados programas para adultos mayores. “Está perjudicada una población de minusválidos. Lo mismo los niños, que están inactivos por falta de las escuelas de principios deportivos”, dijo.
El otro asunto del que se quejaron es la contratación de instructores, que en varios sectores de la ciudad estuvo parada.
Hernán García, uno de los líderes de la protesta, dijo que la idea fue encarar al Inder por lo que considera una baja en la atención brindada por la institución. “Soy parte del Cabildo Mayor de Medellín. Se nos está violando un derecho a los adultos mayores. ¿Por qué, de un momento a otro, les cancelan los contratos a los instructores?”, advirtió García.
El hombre, de 79 años, dijo que desde comienzos de junio empezaron los problemas por la falta de instructores. Esto, contó, desencadenó en la frecuencia de las clases de gimnasia: “Antes teníamos las clases tres veces por semana. Ahora, apenas nos dan una cada 15 días. Nos quejamos y nos dicen que no hay presupuesto. Exigimos que la contratación sea de enero a diciembre para que estas cosas no pasen”.
García añadió que llegaron al Inder antes del mediodía pero no encontraron una respuesta satisfactoria por parte de los directivos de la entidad.
EL COLOMBIANO habló con el gerente del Inder, Carlos Romero, sobre la protesta y la situación de la institución. El gerente, en primer lugar, dijo que habían escuchado las peticiones de los protestantes y que, para darles respuestas, se iniciará una mesa técnica “para trabajar articuladamente entre los líderes y el Inder”.
Frente a la baja en la contratación, el gerente explicó que los contratos vigentes con los formadores tenían vigencia hasta el pasado 30 de junio: “En este momento ya están otra vez en campo. Desde esta semana están funcionando ya completamente los programas de los adultos mayores. La comunidad puede estar tranquila. Son 1.000 los formadores que están en todo el territorio”.
El funcionario precisó que desde julio comenzaron un “ingreso escalonado” de los formadores, lo que permitió que los programas no se suspendieran.
Entonces, como lo exigían los protestantes, ¿por qué no se firman contratos de enero a diciembre para evitar estas circunstancias? Romero indicó que esto se debe a recursos: “El Inder siempre ha ingresado con un presupuesto y a mitad de año llegan varias transferencias, como la Ley Tabaco, por ejemplo. Esas transferencias han entrado de manera muy lenta este año. Por eso tenemos un 13 % menos de presupuesto que el año anterior (...) No es posible hacer la contratación de enero a diciembre, aunque sería lo ideal. Todo está supeditado al tema económico”.