language COL arrow_drop_down

“Eln y disidencias no amenazan seguridad estratégica de la región”

Así lo afirmó el secretario de Seguridad y Justicia de Antioquia, Jorge Castaño. Estos son sus planteamientos.

  • Jorge Ignacio Castaño Giraldo es Ingeniero y especialista en mediación de conflictos. Se desempeña como secretario de Seguridad y Justicia de Antioquia desde el 1 de febrero de 2021, fecha en que se creó esa dependencia. FOTO cortesía gobernación de antioquia
    Jorge Ignacio Castaño Giraldo es Ingeniero y especialista en mediación de conflictos. Se desempeña como secretario de Seguridad y Justicia de Antioquia desde el 1 de febrero de 2021, fecha en que se creó esa dependencia. FOTO cortesía gobernación de antioquia

Pese a las afectaciones al orden público de los últimos meses atribuidas al Eln y el grupo residual de las Farc, que incluyen la quema de por lo menos una docena de vehículos, principalmente en el Norte del departamento, Jorge Ignacio Castaño, secretario de Seguridad y Justicia de Antioquia, aseguró que esos grupos “tienen una capacidad muy reducida” y que, actualmente, no representan un riesgo para Antioquia.

Así se lo expresó a EL COLOMBIANO en entrevista y aseveró que dichos grupos buscan hacerse visibles y demostrar un poder del territorio “que no tienen”.

Castaño habló sobre el inicio de esa Secretaría como entidad independiente dentro del nuevo organigrama de la Gobernación y respondió sobre actos de violencia en el departamento, quema de vehículos en Valdivia y otros temas coyunturales de la seguridad.

¿Qué alcance tiene esta nueva Secretaría y qué
retos se encontró?

“Es muy importante partir de cuál es el objetivo de la Secretaría de Seguridad. Nosotros estamos enmarcados en el Plan de Desarrollo de Antioquia, que busca la preservación de la vida y la integridad de los ciudadanos.

Antes, todo lo que se trataba de la preservación de la vida y la seguridad de los ciudadanos era responsabilidad en la Secretaría de Gobierno, pero luego hubo una reforma de la Gobernación y se creó la Secretaría de Seguridad, entonces todo lo que tiene que ver con seguridad se exime de esa dependencia y pasa a esta Secretaría que tiene un objetivo fundamental: incrementar las capacidades de los organismos de seguridad y justicia”.

¿Con qué se encontró cuando llegó a ese cargo?

“Para nosotros ha sido un reto fundamental disminuir las tasas de homicidio, queremos tener esa cifra por debajo de la que teníamos para 2019.

Tenemos el reto de disminuir los homicidios en los ámbitos rurales. El homicidio urbano ha venido decreciendo, pero nos preocupa mucho el homicidio rural. Otro reto grande tiene que ver con la disminución de los homicidios que estén ligados a las disputas por el tráfico ilegal de estupefacientes.

También sabemos que los mayores niveles de homicidio se están dando por disputas territoriales”.

¿Está por encima ese homicidio rural que el urbano?

Sí. Nosotros tenemos el análisis de los períodos de tiempo desde 2016 donde evaluamos la tendencia. Ahí lo que encontramos es que desde marzo de este año hay un quiebre donde el homicidio rural está por encima del urbano. En los años anteriores era todo lo contrario.

Eso nos genera hoy un reto enorme por controlar esa tendencia y ver qué es lo que está pasando”.

El occidente presenta un incremento superior al 30 % de homicidios pese a que no hay un conflicto abierto entre organizaciones criminales, ¿a qué se debe?

“Está claro que allá no se ven las mismas disputas territoriales que se ven en el Bajo Cauca o el Norte, por ejemplo, que son por el control territorial.

Ahí las disputas son por el asunto de la maximización de rentas ilícitas, entonces no hay una confrontación abierta entre grupos pero sí hay una intención de maximizar las rentas ilícitas que es un fenómeno similar al que vimos el año pasado en Suroeste. Son disputas que tienen que ver con el tráfico local de estupefacientes.

Tenemos municipios específicos como Santa Fe de Antioquia que han incrementado mucho la cifra de homicidios, pero ahí tiene que ver con acciones que realiza esta organización que históricamente ha estado presente en la zona”. (Refiriéndose a Clan del Golfo)

Pasemos a Valdivia, ¿por qué no ha sido posible controlar los problemas de orden público en ese corredor vial a pesar de tanta vigilancia?

“Infortunadamente, esas acciones tienen un impacto mediático y ante la comunidad muy grande.

Ahí hay un problema que se llama asimetría estratégica, que quiere decir que es una acción que la hacen 3 o 4 personas que salen en un sitio difícil de cubrir. En ese tipo de territorios es imposible, desde el punto de vista militar, dar cubrimiento al 100 % de la vía teniendo un soldado cada metro. Entonces ellos aprovechan ese escenario.

Pero es mucho más lo que se evita que lo que logran hacer. Esta semana se capturaron cinco personas que pretendían generar una nueva situación de esas características. Lo que pasa es que esto lo hace el Eln para tratar de ganar visibilidad frente a toda esta problemática que se presenta a nivel nacional”.

A propósito del Eln, la comunidad está denunciando que pintan paredes con esas iniciales en subregiones como Urabá y el Norte...

“Hoy hay un trabajo articulado entre el grupo armado organizado del grupo residual de las Farc y el Eln, pero yo no puedo entrar a legitimar esos dos grupos. Ellos están trabajando de manera conjunta en algunas zonas como Yarumal. Se juntan para tratar de mostrar presencia y capacidad. Pero ya tienen una capacidad muy reducida”.

Se podría decir que no representan una amenaza para Antioquia?

“Hoy esos grupos no son de la magnitud de lo que ocurría hace unos años. No representan una amenaza a la seguridad estratégica de la región. Sin embargo, sobre eso se está trabajando y se están haciendo unas intervenciones por parte del Ejército y la Policía Nacional”.

Pero, el hecho de que quemen vehículos y asesinen civiles o uniformados, ¿no es en sí misma una amenaza?

“Es que ellos quieren generar un efecto mediático. Yo no soy indolente ante las cosas que pasan, pero lo que quiero decir es que eso representa un impacto de naturaleza más mediática que cualquier otra cosa. Eso se llama guerra psicológica.

Ellos tratan de generar una imagen de que tienen controlado el territorio, pero no es así. El objetivo no eran ni los camiones ni los buses que quemaron; si no generar un impacto mediático”.

El Ministerio de Defensa ha dicho en varias ocasiones que se desmanteló por completo “los Caparros” en el Bajo Cauca. ¿Usted considera lo mismo?

“Yo no voy a entrar en contradicción con el Ministerio de Defensa. Lo que pasa es que la cúpula de esa organización está totalmente desmantelada, pero ahí quedan algunas personas. Lo que pasa es que seguramente algunos intentarán volver a montar la organización, pero hoy podemos decir que es un actor que está por fuera del escenario”.

¿Qué está haciendo la Gobernación para prevenir el reclutamiento forzado por parte de grupos armados?

Ya no se habla de reclutamiento forzado, si no de vinculación. Ese es un tema que involucra poblaciones y condición de vulnerabilidad en niños, niñas, adolescentes y jóvenes para ser vinculados a esas actividades. Entonces lo que encontramos allí es un fenómeno que es mucho más difícil de detectar que es la vinculación, porque el reclutamiento hace más referencia a otras cosas. Al hecho de estar allá permanentemente, estar con un uniforme, entre otras cosas. No podemos hablar de un crecimiento o un decrecimiento del fenómeno porque sería irresponsable, pero sí es un fenómeno latente

5
meses de creación tiene la Secretaría de Seguridad y Justicia de Antioquia
Daniela Osorio Zuluaga

Comunicadora Social - Periodista de la UdeA. Amo leer historias y me formé para contarlas.

Te puede interesar