La extorsión desde las cárceles es una realidad y puede tomar como víctima a cualquiera, sea una empresa a un ciudadano del común, por lo cual las autoridades lanzaron una alerta para que nadie caiga en las trampas que tienden los delincuentes para sacarles dinero a los incautos a través de este delito, que se incrementa en la temporada decembrina.
La primera en llamar la atención sobre el tema fue la Alcaldía de Medellín, que a través de su secretario de Gobierno, Esteban Restrepo, les pidió a los ciudadanos estar alertas y pensar mucho antes de consignar dineros solicitados a través de llamadas telefónicas a desconocidos.
“Hacemos un llamado a la ciudadanía a estar alerta a las modalidades que usan los criminales para intimidar, engañar y estafar a sus víctimas. Según cifras históricas, en diciembre, la modalidad más común es la extorsión carcelaria, que es ejecutada por los criminales recluidos en prisión”, advirtió el secretario de Gobierno.
Una de las modalidades más utilizadas es la llamada a pedir dinero por la liberación de un familiar que presuntamente está secuestrado o retenido. Los delincuentes suelen tener datos precisos de la familia o la víctima objeto de la llamada. EL COLOMBIANO conoció un caso de un ciudadano que recibió la llamada extorsiva, pero no cayó porque no tenía dinero a su disposición en el momento que fue contactado.
“Recibí la llamada sin saber quién era, y me habló un tipo, me dijo que tenía a un tío y que les tenía que poner una cantidad de dinero a una cuenta, después me lo pasaron y él me habló, parecía la voz de mi tío desesperado, pero yo no tenía esa plata, la rebajaron pero es que yo no tenía nada y me colgaron”, narra esta persona, cuya identidad nos reservamos por razones de seguridad.
Dice que al comunicarse con otros familiares comprobó que el tío estaba tranquilo trabajando. Claro que el ciudadano quedó preocupado al saber que alguien tenía su número de teléfono y prefirió cambiarlo.
Según la alerta, esta actividad delincuencial tiene variables. Una es cuando un preso se hace pasar por un miembro de una banda criminal para chantajear a su víctima con algún tipo de amenaza o, incluso, hace creer a sus víctimas que es un familiar en peligro y que requiere de un giro o transferencia de dinero inmediata. En esta caso, no es el delincuente quien habla para decir que tiene en su poder a un familiar sino que simula ser el allegado.
Édgar Camilo Bello Mora, comandante del Gaula Militar Antioquia, quien se suma a la alerta de la alcaldía de Medellín, explica que en otros casos los criminales hacen un falso requerimiento a veterinarias, operadores logísticos y en general a empresas que tengan servicios a domicilio, para que se trasladen a zonas rurales y de difícil acceso, hasta donde llegan los operarios y allí son amenazados para entregar el número telefónico de sus familiares o de personas cercanas y, de esta manera, hacer luego una llamada en modo conferencia desde las cárceles.
Por esta época, cuando los delincuentes presumen que las personas tienen dinero por el pago de las primas, aguinaldos y otras garantías salariales de las empresas, se incrementa el afán de recaudar dinero de cuenta de ciudadanos incautos que caen en sus trampas o se hacen presas del miedo.
El oficial Bello Mora asegura que se han identificado al menos siete diferentes maneras de la extorsión carcelaria, todas ejecutadas desde teléfonos celulares en manos de reclusos. La efectividad de las autoridades en cuanto a casos solucionados supera el 90 %, subraya el oficial del Gaula.
“Las recomendaciones que damos como Gaula Militar a toda la ciudadanía es que estas empresas (domiciliarias) verifiquen los antecedentes de las personas que supuestamente los contratan para prestar sus servicios. Así mismo, hay medidas que pueden adoptar, como comprar GPS para los vehículos, compartir en tiempo real las ubicaciones durante los movimientos y tener una persona de confianza en la empresa que sepa de los desplazamientos que se van a realizar”, precisa el mayor Bello Mora.
Las personas que se sientan víctimas de este delito pueden denunciarlo reportando el caso a través de las líneas 147 del Gaula Militar o al 165 del Gaula de la Policía.