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Dos hombres en una motocicleta de bajo cilindraje, que habrían llegado por una carretera terciaria desde el vecino municipio de Donmatías, habrían sido los perpetradores de la primera masacre ocurrida en Antioquia en 2022.
Este es uno de los hallazgos durante las primeras averiguaciones de las autoridades, tras la muerte de cuatro personas en la vereda Las Beatrices, del municipio de Santo Domingo.
Fuentes cercanas al caso le contaron a EL COLOMBIANO que, al procesar la escena del crimen, encontraron el rastro de la moto. Los asesinos pasaron el portón, se aproximaron a la casa del predio y abrieron la puerta disparándole a la chapa.
Se cree que el ataque ocurrió en la noche del pasado lunes 17 de enero, pues los dolientes informaron que perdieron la comunicación con sus seres queridos un par de horas antes. Los cuerpos fueron encontrados a la 1:00 p.m. del día siguiente, cuando entró a la propiedad un empleado de una empresa de tratamiento de aguas.
Por su posición final, se presume que las víctimas estaban descansando y no alcanzaron a reaccionar. A todas las ejecutaron con uno o tres disparos, propinados de cerca.
En la finca, a una hora de distancia del casco urbano del pueblo, no hubo testigos.
“Los asesinos no robaron nada. Solo iban a matar y no dejaron sobrevivientes”, relató uno de los investigadores.
Los difuntos fueron identificados como Víctor Alfonso Gómez Laverde, agricultor de 50 años; su hijo Luis Miguel Gómez Álvarez, de 26 años y también campesino; la novia de este último, María Belén Agudelo Pineda, de 20 y ama de casa; y un amigo de los tres, Andrés Felipe Ochoa Velásquez, de 29 y agricultor.
El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, confirmó que estas personas provenían del vecino municipio de Donmatías. Hacía tres semanas ocupaban la finca en la que fueron asesinadas.
Al parecer en las bases de datos policiales le figuran anotaciones por porte de estupefacientes a Luis Miguel Gómez, aunque no le aparecen condenas por delito alguno.
Una de las hipótesis que exploran los investigadores es que tuvo un problema con una estructura narcotraficante de Donmatías, razón por la cual huyó de esa localidad con sus allegados.
En dicho poblado el tráfico de narcóticos es controlado por las bandas del municipio de Bello, en especial las de “el Mesa” y “Pachelly”, según los investigadores.
Las expansión de las redes ilegales de las organizaciones bellanitas es uno de los más grandes desafíos para las autoridades antioqueñas.
“El Mesa”, “Pachelly”, “los Chatas” y “los Triana” extendieron sus tentáculos a las subregiones del Nordeste, Norte, Bajo Cauca, Suroeste y Oriente, donde protagonizan enfrentamientos con los grupos locales por el control de las plazas de vicio.
En esa dinámica, las facciones bellanitas han establecido alianzas con organizaciones de alcance interdepartamental, como el Clan del Golfo, el Eln y disidencias de las Farc.
Otro reto lo representan los homicidios cometidos en áreas rurales, que en 2021 fueron el 54% del total de casos (1.135 de 2.083).
Luego de un consejo de seguridad, el director Operativo de Seguridad de la Gobernación, Sergio Alfonso Vargas, anunció una recompensa de hasta $20 millones por información que ayude a capturar a los responsables de la masacre.
“Invitamos a la comunidad a que venza el miedo y nos dé la información”, manifestó el coronel Daniel Mazo, comandante de la Policía Antioquia.
Añadió que en las veredas de Santo Domingo habrá patrullajes mixtos de la Policía y el Ejército, para devolverle la tranquilidad a la población.
El general Gustavo Franco, comandante de la Región N°6 de la Policía, indicó que la investigación le fue asignada a un grupo élite de funcionarios de la Dijín, que viajaron desde Bogotá para asumir la misión en compañía de la Fiscalía y agentes del departamento
Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.