Gerson Aldair Gálvez Calle alias “Caracol”, considerado por las autoridades como el “Chapo” de América Latina, fue capturado en un centro comercial de Medellín y este domingo será expulsado a Perú en un “certero golpe contra el crimen transnacional”, según reconoció el general Jorge Hernando Nieto, director de la Policía.
Peró qué hacía este gran capo del narcotráfico en Medellín. La Policía detectó que la capital antioqueña era uno de sus lugares de residencia y tránsito. Identificaron su rutina diaria en Medellín y ubicaron a sus colaboradores y nuevos contactos.
Investigadores de la Dijín de la Policía le siguieron el rastro y constataron que el narcotraficante había ingresado y recorrido el país por vía terrestre. Las pesquisas se centraron en Medellín, exactamente en el sector de El Poblado, donde “Caracol” se instaló en un lujoso apartamento.
“Vivía solo y la mayoría de diligencias en la calle se las cumplía un ciudadano ecuatoriano, quien aparentemente lo ha acompañado en los últimos meses y le ayudó a cruzar la frontera”, aseguró la Policía.
Con el paso de los días, la Policía conoció los dos motivos por los que Gerson Gálvez llegó a la capital antioqueña, contactar a antiguos integrantes de “la Oficina de Envigado”, para ampliar sus negocios de narcotráfico, “y estar cerca de su novia, una ciudadana venezolana que vive en Medellín hace un par de meses”, indicaron las autoridades.
La investigación entró en su recta final el pasado viernes con base en la información más reciente que trajo de Lima el general Jorge Nieto. La Policía Nacional de Perú alertó sobre el posible tránsito de “Caracol”, entre Ecuador y Colombia, y compartió información reservada para facilitar la localización de este hombre por cuya ubicación las autoridades del vecino país ofrecían una millonaria recompensa.
En el momento de su detención en un centro comercial de la ciudad, “Caracol” se encontraba indocumentado.
Según la Policía, esta captura significa el fin de una alianza narco que pretendía sacar cocaína por las costas peruanas y colombianas, rumbo a Centro y Norteamérica.
De tan alta importancia es esta operación contra el crimen transnacional que el propio director de la Policía Nacional de Perú, general Vicente Romero Fernández, arribó a Bogotá para comandar las acciones binacionales dirigidas a que el capo regrese a territorio peruano a pagar sus delitos.
“Caracol” está sindicado en Perú de tráfico de drogas, extorsión, conformación de grupos ilegales y homicidio de por lo menos 101 personas.
“Es un certero golpe contra el crimen transnacional. Ninguna nación del hemisferio será refugio de narcotraficantes”, sostuvo el general Nieto.