Cuando empezó la reciente oleada de violencia en el municipio de Bello, en febrero de 2019, a la Fuerza Pública y la Fiscalía les asignaron la misión de poner tres las rejas a los máximos jefes de las bandas involucradas.
Se imprimieron varios afiches de los delincuentes más buscados, con decenas de cabecillas y mandos medios, y recompensas por $10 y $50 millones; pero había un volante en particular, considerado por los investigadores como el más importante, y solo traía cuatro rostros.
Los protagonistas han sido tachados de ese cartel en 11 meses, empezando con Luis Rodríguez (“el Montañero”), cabecilla del grupo criminal “el Mesa”, detenido en octubre de 2019 en Aranzazu, Caldas.
Ya fue condenado a ocho años de prisión por concierto para delinquir agravado, y enfrenta otro proceso como supuesto responsable del asesinato a cuchillo, en la cárcel de Cómbita, de Alejandro Mazo (“Titi”), su enemigo de “Pachelly”, el 21 de marzo de 2020.
El siguiente arrestado fue Édgar Pérez (“el Oso”), jefe de “Niquía Camacol”, quien cayó en diciembre en el barrio Camacol de Bello. A los cuatro meses, el Inpec informó que murió de un ataque cardiaco cuando estaba recluido en la cárcel Picaleña, de Ibagué.
Después apresaron a Albert Henao (“Alber”), de “Pachelly”, el pasado 9 de agosto en La Loma del Indio, en Medellín. La Fiscalía le imputó el cargo de concierto para delinquir agravado, el cual rechazó.
La captura más reciente fue este 26 de septiembre, en Bogotá, donde la Dijín detuvo a Francisco Mazo (“Pocho”), otro de los presuntos líderes de “Pachelly” y hermano del difunto “Titi”.
Desde que comenzó la intervención especial de las autoridades, impulsada por la Presidencia de la República, han arrestado a otros miembros importantes de esas bandas como “Malacate”, “Piolo”, “Faro”, “Jalea” y “Pirry”, de “el Mesa”); y “Agapo”, “Banano” y “Mendocita”, de “Pachelly”.
También se incrementaron los patrullajes policiales y militares en las comunas más afectadas (Niquía, Bellavista y La Cumbre), aunque la disputa armada que sostiene “Pachelly” contra “el Mesa” y “Niquía Camacol” no ha cesado. Ni siquiera el encierro que generó la pandemia la apaciguó.
Según cifras de la Policía, el índice de homicidios ha oscilado este año. De 3 casos en enero, subió al pico de 21 en marzo; inició un descenso mes a mes, hasta llegar a 4 en julio; y de allí volvió a subir a 14 en agosto. En lo corrido de septiembre van 11 asesinatos, para un total de 95 en 2020.