Con la poca valentía que le quedaba en su cuerpo tembloroso y frío, Sergio Rueda sacó del bolsillo de su pantalón su celular haciendo una tenaza con sus dedos índice y pulgar, para entregarlo al hombre que le apuntaba directo a la cara con un fusil.
Vestido con un overol negro y sin capucha, el hombre armado se acercó hasta Sergio, quien conducía el autobus de la empresa Expreso Brasilia de Medellín a Montería, y le dio la orden que se bajara despacio, “sin hacer alharaca”.
“Me pidió mi celular. Luego se subió al bus y le dijo a los pasajeros que se bajaran. Había muchos niños. La gente se bajó y le pidieron que les dejara sacar las maletas, pero el hombre no quiso y dijo que iban a quemar el carro”, recuerda este conductor que, en 30 años de conducir por carreteras del país, es la primera vez que sintió el terror de ver cómo quemaban el vehículo que hacía su primer recorrido.
“Lo peor fue cuando empezaron a disparar. La gente salió corriendo buscando donde esconderse, los niños lloraban, todo fue caos”, recuerda Sergio, con su uniforme blanco cubierto de ceniza y el olor a quemado impregnado en su cuerpo blanco y grueso.
Metros más abajo, hasta uno de los restaurantes llegaron hombres, mujeres y niños. Corrieron despavoridos a esconderse en lo primero que vieron abierto. Se metieron hasta la cocina, acurrucados sobre mesas mientras escuchaban el tastaseo de los fusiles de los soldados enfrentándose a los guerrilleros del Eln.
“Esto fue muy duro. Ellos quemaron seis camiones. Uno de los guerrilleros incluso se le prendió la mano, pero cuando escucharon que venía el Ejército, se echaron a correr río abajo”, dice una de las habitantes del Socorro, sitio donde el pasado lunes a las 9:00 p.m. el Eln salió a la carretera y quemó seis vehículos, uno que inclusive llevaba cerdos y que la gente al ver quemarse, procedieron a sacarlos del camión.
El general Nicacio Martínez, comandante del Ejército Nacional, indicó que tenían información que la estructura Tarazá del Eln iba a realizar de seis a ocho acciones terroristas sobre la vía que viene de Valdivia a Tarazá. “Nosotros tomamos el correctivo para mejorar el dispositivo, desafortunadamente en uno de esos sitios se presenta la incineración de seis vehículos. Logramos evitar que un séptimo lo incineraran”, indicó el alto mando militar quien aseveró que en otro sector hubo combates que dejaron dos militares heridos, y agregó que traerán otros 150 hombres para reforzar la seguridad.
Aún así, el temor ronda y en el recorrido de EL COLOMBIANO por esta vía, los habitantes denunciaron la presencia constante de guerrilleros del Eln.