No son bicicletas, pero siguen el mismo precepto: se mueven, principalmente, por la fuerza que les imprime la persona que se encuentra a bordo de ellos. Son los vehículos de tracción humana (VTH), en cuya creación se destacaron en el ámbito continental las facultades de Ingeniería Mecánica de la universidad Eafit y la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB).
Aunque los resultados se dieron en el Festival de la Ingeniería de la Asme (Asociación Americana de Ingenieros Mecánicos) que se celebró entre el 8 y 10 de agosto pasados en la Pontificia Universidad de Lima, estos llegan tras años de trabajo en los campus paisas para perfeccionar los vehículos con los que triunfaron.
Además, los docentes que acompañaron a los estudiantes en el proceso de creación de los VTH insisten en que, más allá de los usos que se les da en los ámbitos académicos y recreativo, son una opción viable y segura de movilidad cero emisiones (ver recuadro).
Un proyecto multidisciplinar
Para Jaime Barbosa Pérez, docente del departamento de Ingeniería Mecánica de Eafit y director técnico del equipo Kratos VTH, el proyecto se ha convertido en una incubadora de ideas que, al contar con la participación de estudiantes de más de diez programas académicos diferentes, ha permitido crear una estructura sólida que se materializó en los resultados obtenidos en Lima.
“Hemos buscado que sea un sistema en el que se puedan integrar administradores, negociadores, economistas, abogados, comunicadores y, por supuesto, ingenieros, y en el que cada uno ocupe un cargo de acuerdo con lo que estudie, pero que también adquiera aprendizajes de otros campos del conocimiento”, dijo.
Teniendo en cuenta lo anterior, a la competencia de Lima el director técnico Jaime Barbosa viajó con un equipo de 15 estudiantes, a los que encaminó al triunfo en la clasificación general, que incluyó a 15 escuadras de Perú, Ecuador, Venezuela y México.
“El 50 % de la competencia se evaluó en el componente de diseño, que era una exposición en la que se revisaba la seguridad, estética y confort del vehículo”, precisó Barbosa.
La otra mitad se distribuyó en competencias de velocidad de hombres y mujeres, y una prueba de resistencia de dos horas y media en un circuito de obstáculos de 1,2 kilómetros en los que se rotaban los pilotos, y en las que también venció Kratos.
Por su parte, para Felipe Ríos, estudiante de sexto semestre de Ingeniería Mecánica de Eafit y capitán de Kratos VTH, el principal aprendizaje producto de la competencia fue dimensionar hasta dónde pueden llegar con su vehículo: “Ir a allá y que los jueces nos dijeran que tenemos el nivel para competir con universidades de Estados Unidos nos demuestra que estamos aprendiendo y aplicando los conocimientos”, concluyó.
La tercera fue la vencida
Antes de construir Falcon, el vehículo de aluminio con el que alcanzaron el tercer puesto en la competencia de Lima, los seis representantes de la facultad de Ingeniería Mecánica de la UPB que viajaron a territorio inca hicieron vehículos en madera y acero.
“Encontramos que el vehículo más efectivo es el que funciona como una bicicleta, pero mejorándole la comodidad con un asiento en el que el piloto va prácticamente recostado, lo que permite bajar su centro de gravedad y que vaya más seguro”, dijo el estudiante Juan Esteban Sierra.
Además, al emplear ese material consiguieron bajarle más de 10 kilos de peso a su VTH (el anterior pesaba más de 40), y desde ya piensan en cómo construirán una versión mejorada de Falcon