“Tienen mamá, tienen hijos, tienen hermanos, yo quiero que me devuelvan a mi hijo lo más pronto posible”. Así se expresó Yomaira Pava, madre de un policía que está en zona de conflicto, durante la velatón organizada por la Policía en las afueras de la escuela de Policía Carlos Holguín, en Castilla, en memoria de los 20 uniformados muertos este año en Antioquia, principalmente en la ofensiva del Clan del Golfo.
Con velas, los parientes de los policías pidieron a los delincuentes no atentar más en contra de la vida de estas personas que entregan su vida por la seguridad del país, al tiempo que exigieron a las autoridades municipales y departamentales mayor apoyo y pronunciamiento sobre los recientes ataques en los cuales se han visto implicados.
“Al gobierno saliente y el gobierno entrante que nos ayude por el bienestar de nuestros policías porque a nosotros nos duele y todos los días los estamos esperando en la casa con los brazos abiertos”, dijo Catalina Torres, allegada de otro uniformado.
En medio de esta velatón, el comandante de la Región 6 de la Policía Nacional, general Gustavo Franco, agradeció el apoyo recibido por parte de la comunidad a la institución, seriamente golpeada por el plan pistola de esta organización criminal.
El hecho más reciente se registró en Yarumal, donde fallecieron la patrullera Luisa Fernanda Zuleta y el subintendente Sergio Yepes Páez. En total, en todo julio han asesinado nueve integrantes de la Policía.
Los uniformados se han visto seriamente afectados en los últimos tres meses, ya que desde la extradición de alias Otoniel se han intensificado los ataques en contra de ellos por parte de las subestructuras del Clan del Golfo que operan en el Urabá, Occidente y Norte antioqueño. Incluso estarían ofreciendo $20 millones por cada policía y militar asesinado a los sicarios de esta organización delincuencial.
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