Para Juan Carlos Osorio, una sanción justa pero con reparos

Por Sebastián Aguirre Eastman
@aguirresebas 

La acción del juez Hinestroza también debería ser analizada. De ahí la reacción del profe Osorio. Foto Edwin Bustamante.

La acción del juez Hinestroza también debería ser analizada. De ahí la reacción del profe Osorio. Foto Edwin Bustamante.

Dos meses por fuera del banco estará nuestro entrenador Juan Carlos Osorio como consecuencia del manotazo que le dio al juez Hinestroza en el partido ante Santa Fe por Copa Águila. Diez partidos de Liga, entre ellos los dos clásicos ante el DIM y el superclásico ante Millonarios -si la sanción se mantiene de no prosperar la más que segura apelación de Nacional, claro está-.

No pretendo ser defensor de Osorio, él mismo lo hizo en una reciente rueda de prensa en la que expuso los motivos por los cuáles reaccionó de tal manera. Y, en realidad, no lo haré, pues creo que no tiene defensa. Fue desproporcionada la forma en que trató al juez -otro cuento es cómo este lo distanció, que tampoco estuvo bien-, y la sanción me parece justa.

Estoy de acuerdo en los reclamos que hizo el entrenador en cuanto al arbitraje de Hinestroza, quien se excedió en sus decisiones que llevaron a la expulsión del defensor Juan David Cabal. En esa estoy con Osorio. Pero no en justificar su desmedida reacción. 

El golpe existió, no hay manera de obviarlo, y menos de defenderlo. El reglamento es claro -aunque perverso, le imponen $9 millones de multa a un jugador que muestra una camiseta por debajo del uniforme, y menos de $2 millones a quien irrespeta al árbitro-, y hay que respetarlo. 

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El fanatismo hacia nuestro equipo no puede hacernos perder la objetividad en las acciones de juego. El entrenador hizo algo indebido y debe pagar por ello. Si el reglamento dice que son dos meses, pues tendrá que supeditarse a estar dirigiendo desde un palco -con las limitaciones que la distancia y las normas le impongan-, y acatar la medida. 

Hinestroza nos sacó la rabia esa noche -luego, claro está, de concedernos un penalti, para mí, muy dudoso-, pero el manotazo no tiene excusas. Cero excusas, decía una camiseta que lucía Osorio hace poco. Pues es hora de aplicar el lema. 

¿Qué pierde el Verde sin Osorio?
Es evidente que el entrenador hará falta en la raya. No por nada en su estilo personal es clave tener la libreta y el lapicero sobre el cesped, para tener a la mano todos los elementos que le permitan tomar decisiones y dar indicaciones.

Pompilio Páez conoce su mente como ningún otro, pero no es posible compararlos. Para el jugador es fundamental ver a su entrenador a los ojos, escucharlo, sentir sus pálpitos, leer sus pensamientos. 

Mucho más cuando hay jugadores que recién llegan y se están acomodando a su idea de juego, y necesitan que se los esté dirigiendo minuto a minuto para que acojan las sugerencias en segundos. 

Serán dos meses -si no la rebajan la sanción- largos en los que los jugadores tendrán que ser conscientes de que la semana de entrenamientos será vital para acoger las recomendaciones del entrenador, y que el domingo -o sábado, o viernes, o cuando sea- lo apliquen de memoria.

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Calor. Mucho calor. Sangre fría, pero adrenalina a tope. Hay olor a buenos aires. Hay esperanza y si hay esperanza estamos vivos. ¿Siguen ahí? Sí. – Volvió la danza. Va en proceso, pero la música suena y el equipo baila. Hasta ahora la sinfonía va deplegando sus mejores notas en un regreso del director de la banda. – Es que hay alma. Hay gente a la que le duele el equipo. Daniel Muñoz corre igual en el minuto cero que en el 90. Se traga la cancha y la línea derecha. Mete como si estuvieran tocando con su familia. Empuja desde atrás y busca sociedades. – No es la perfección. No estamos obnubilados, solo que en medio de tanta sequía, el oasis es vida. Una noche, tras otra noche de buen fútbol generan ilusión y ponen a temblar a los siempre habladores. – Vamos adelante. Hay gritos atascados en la garganta. El verde y blanco pasó por tiempos aciágos, pero resurgió con todo el poder del rey de copas. – No es el invencible y tiene muchas cosas por mejorar, lo que sí es que recobró la identidad. Esa en la que se corre por amor, se lucha con pasión y se entrega todo por la camiseta. – #PulsoVerdeEC #AtléticoNacional #CopaÁguila

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