Cortesía elcolombiano.com
Por Sebastián Aguirre
@aguirresebas
Para escribir esta columna quise que mi mente estuviera en frío, luego de las emociones vividas la noche anterior en el Atanasio Girardot, en la que nuestro equipo triunfó con agonía 2-1 sobre Millos. No es conveniente, ni justo, escribir con la calentura en la que salimos del escenario muchos de quienes asistimos al partido, cuando teníamos un rival con signos vitales inexistentes, diezmado, entregado, y sufrimos de esa manera para quedarnos con los tres puntos.
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Por: May
Oh mi pobre Nacional, te esfuerzas demasiado por enturbiar tu historia. Y el fútbol como es de fácil y tú haciendo llorar las piedras. Perdiste no sólo un partido, no encuentras tu esencia y todo pasa por el abandono de tus raíces.
A los hechos me remito.
No más conformismo en Nacional.
Síganos en Twitter: @pulsoverdeec
Por: May
Nacional ha logrado dos títulos este año y según los comentaristas deportivos, tiene la mejor nómina del país; esto es discutible, tal vez si sea la más costosa, pero para ser el mejor se debe demostrar siéndolo en la cancha.
A los hechos me remito.
Abajo el conformismo.
Síganos en Twitter: @pulsoverdeec
Por: May
Se dice por ahí que el verde es el color de la bondad, crea un sentimiento de calma y paz interior que nos hace sentir equilibrados. Sin embargo, este Atlético Nacional que porta este color en su indumentaria, descompone, desespera y aburre cada vez que pisa un gramado. Continuar leyendo
Por: May
Aunque la realidad del marcador final indicó que Atlético Nacional ganó 3 por 0 al Independiente Medellín en el más reciente clásico, la ventaja referida al juego no fue evidente, esto con respecto al rival de turno y en relación con la ideología de fútbol al que nos acostumbró el verde antioqueño. Continuar leyendo
Por: May
La razón fundamental de mi empatía con Nacional se remonta a la época en que la filosofía del fútbol era la de divertir a los aficionados. Para esto, los futbolistas afrontaban los partidos con alegría y de igual forma, entretenían a la tribuna; existían entrenadores, no directores técnicos, que hacían aflorar todo el potencial de sus hombres; la transacción mercantil no era lo primordial en la agenda de los directivos; la prensa exultaba la humanidad del deporte y los aficionados eran hinchas de sus equipos, una feligresía que convivían en el mismo escenario. Continuar leyendo