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De suicidio a feminicidio: giro en el caso que sacudió Santa Marta y Soacha
La muerte de Gladys Rodríguez se investigaba desde la tesis de que, en 2018, se tiró de un piso 17. Ahora, su exmarido pide cremar el cuerpo, pero su hijo se opuso.
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Actualmente, el 63 % de los casos por feminicidio que investiga la Fiscalía General de la Nación están sin resolver: 993 siguen en etapa de indagación. FOTO getty -
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07 de abril de 2023
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Luis Andrés Torres Rodríguez no descansa en su afán por buscar justicia. Lleva cuatro años de puerta en puerta, de llamada en llamada y de solicitud en solicitud con la intención de que la muerte de su madre, Gladys Rodríguez Cañón, ocurrida el 10 de octubre de 2018 en Santa Marta, por fin se esclarezca.
A pesar de que está radicado con su esposa e hijos en Argentina –con ires y venires– desde hace diez años, la distancia no ha sido obstáculo para esa cruzada.
Habían pasado cuatro años y tres meses cuando un aviso, como caído del cielo, le llegó a Luis Andrés desde Colombia. Un amigo suyo lo enlazó con el cementerio Jardines del Apogeo en Soacha (Cundinamarca). La razón: había una solicitud para exhumar y cremar el cuerpo de su madre. La hizo, según pudo corroborar EL COLOMBIANO, el entonces esposo de Gladys: Jorge Enrique Pulido Gaviria.
Noche fatídica en Santa Marta
La lucha de Luis Andrés comenzó ese 10 de octubre, cuando le informaron que, supuestamente, su madre se había suicidado al lanzarse desde la terraza del piso 17 del Edificio Wind, en el sector Playa Salguero, en Santa Marta (Magdalena), en donde Gladys tenía un apartamento que había comprado.
Según Pulido, eso ocurrió después de una discusión con él (intentaba reconciliarse tras una separación), en la que ella estaba bajo los efectos del alcohol que ellos habían bebido esa noche.
El relato que entregó a las autoridades que acudieron como primeros respondientes al lugar del hecho, fue que, tras esa pelea, Gladys corrió por el balcón del apartamento hasta llegar al borde de la pared, extendió los brazos hacia el frente y saltó al vacío. La caída de tal altura ocasionó que su cuerpo quedara partido en dos partes. Una tragedia.
¿Quién era Gladys Rodríguez?
Esta mujer de 53 años no pasaba desapercibida en Soacha, municipio de donde era oriunda y en el que dirigió un reconocido colegio. Fue madre joven y soltera (su primer hijo fue Luis Andrés) y, con el paso de los años, se convirtió en una mujer líder y empresaria. De hecho, el colegio del que era propietaria es el Liceo Pedagógico Cundinamarca, un plantel educativo que tiene 29 años de estar vigente y cuenta con dos sedes en ese municipio. Para el momento de su muerte, Gladys era la rectora de la institución.
Según Luis Andrés, era una mujer que amaba la vida, a sus nietos y que tenía planes a futuro, en el que se encontraban viajar y hacer inversiones. Por ello, compró ese apartamento en Santa Marta e invirtió en una editorial de otro país.
La primera lucha que ganó
A Luis Andrés nunca lo convenció ni le cuadró que su amada madre se hubiera quitado la vida, ni mucho menos con los comportamientos que adoptó Jorge Pulido luego de su muerte. Según relata, desde entonces no le permite la entrada a ese colegio –del que Pulido actualmente es gerente general y propietario de un 50% de las acciones– y cortó cualquier vínculo que los uniera. Una conducta que estos cuatro años le ha parecido, cuando menos, sospechosa.
Desde entonces, hizo una pausa en su vida en tierras argentinas. Entre 2019 y 2021 volvió a vivir en Colombia para ponerse al frente de la investigación por la muerte de su madre, que, en principio, se hacía por la vía del homicidio o suicidio. Aún así, en esos años, logró que la investigación diera un giro en abril de 2020 cuando la tomó la fiscal 36 de Vida, Feminicidios y Amenazas de Santa Marta, Sonia Gallego Duque.
Sin embargo, desde entonces, los avances en la investigación, asegura, han sido nulos. “Me dijeron que necesitaban actividades complementarias con perito, así que me avisaron que va a demorar más tiempo porque el material probatorio con el que cuenta la fiscalía no es suficiente”, narró a este diario.
¿Un intento por dilatar el caso?
Los cuestionamientos de Torres Rodríguez a su antiguo padrastro se acrecentaron este 2023 cuando le avisaron que había enviado una solicitud a Jardines del Apogeo, en donde reposa el cuerpo de Gladys, para que se hiciera una exhumación y cremación.
De esa petición de Pulido se enteró gracias a una combinación de casualidades tan inaudita como enredada. Un funcionario del cementerio que conoció esa solicitud y que era consciente de la investigación por la muerte de la mujer le contestó que no podía acceder a eso sin el consentimiento de la familia. Así que logró contactarlo por medio de una amiga suya que, a la vez, era conocida del trabajo con John Édgar, amigo desde el colegio de Luis Andrés.
“Me escribió: ‘Luchito, urgente. Háblese con este señor del Apogeo”, cuenta. En adelante, lo que siguió fue negarse al pedido de exhumación porque la investigación en Fiscalía sigue adelante.
“No se realizará ningún proceso de exhumación, ya que para dicho procedimiento necesitamos la licencia emitida por la Secretaría de Salud, quien solicitará la autorización de Fiscalía para realizar este proceso”, se lee en el correo electrónico que le enviaron a Torres Rodríguez de Jardines del Apogeo.
Sorteado este impasse, lo último que le informaron a Luis Andrés del caso fue durante una reunión que tuvo con la fiscal Gallego en marzo pasado. Allí, le dieron dos noticias que le dan fuerza para seguir, pues controvierte dos puntos de la tesis del suicidio. Primero, que los resultados del examen toxicológico determinaron que Gladys Cañón tenía un nivel bajo de alcohol en la sangre; segundo, que la autopsia psicológica concluyó que la mujer no tenía tendencias suicidas; y tercero, que está pendiente de hacer el peritaje físico en el apartamento en Santa Marta, pues se han hecho remodelaciones.
Este diario intentó obtener un pronunciamiento de la Fiscalía sobre el avance del caso, así como de Jorge Enrique Pulido Gaviria; pero no obtuvo respuesta tras escribir al correo institucional y al WhatsApp, respectivamente.
Entre tanto, Luis Andrés Torres pide celeridad y resultados a la Fiscalía luego de cuatro años de indagaciones que no tienen a nadie sindicado por el presunto crimen. Como este, hay otros 993 casos por el delito de feminicidio que actualmente están en etapa de indagación, durmiendo el sueño de los justos.
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