Una estudiante de Medicina de una universidad de Medellín critica que su institución no flexibilice los costos de la matrícula. La joven explica que el 50 % de las actividades del semestre que va a iniciar son prácticas y no podrá realizarlas por cuenta del coronavirus. Por eso señala que de los $15 millones que debe pagar en junio, apenas se le descontará el 10 %.
Como ella, decenas de estudiantes de universidades privadas –en las que hay matriculados 2,4 millones de alumnos, según el Ministerio de Educación– en todo el país se han volcado a las redes sociales para pedir que les reduzcan los costos de la matrícula y den más beneficios para los estudiantes durante el próximo semestre.
“Es muy complejo que la universidad no esté en la disposición de darnos una respuesta sobre todo a quienes saldremos a práctica. Además, considerando que muchos tenemos becas y préstamos que no se acomodan a la situación actual. La universidad debería buscar una garantía para nosotros”, dice la estudiante.
El problema está en que las universidades privadas funcionan a partir del cobro de las matrículas cada semestre. Sin embargo, los alumnos denuncian que los precios son excesivos teniendo en cuenta dos cosas: primero, que no es segura la presencialidad de las clases en el segundo semestre de 2020 y, segundo, que la economía de ellos y de sus familias se han visto gravemente afectadas por el coronavirus.
Una de las organizaciones que ha denunciado esto es la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (Acrees). En una carta dirigida al presidente Iván Duque y al Ministerio de Educación la organización hizo tres peticiones: implementar un plan de auxilios para los estudiantes, suspender el incremento de las matrículas y posponer el pago de los intereses.
Alejandra Sánchez Zuluaga, miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Acrees y estudiante de la Universidad Javeriana, explica que “la caracterización socioeconómica de quienes asisten a las universidades privadas es de clase media y muchos de ellos están endeudados; el 80 % de los que tienen un crédito con Icetex son de universidades privadas”.
Sánchez añade que si no disminuye el valor de las matrículas y dan más beneficios a los estudiantes, es seguro que habrá una fuerte deserción el próximo semestre, lo que también sería un problema para las universidades. “En la medida de las posibilidades, tienen que reducir el costo y flexibilizar los cobros de los créditos internos con los estudiantes, así como dar garantías para el acceso a la educación”, concluye.