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El llamado al diálogo de diferentes sectores, entre políticos y sociales, hoy volverá a hacerse realidad entre el Gobierno y estudiantes.
En Bogotá, y en aras de encontrar una solución que permita levantar el paro, reprogramar el calendario académico y encontrar los cerca de $500 mil millones que hacen falta para financiar lo que queda de este semestre, las partes se sentarán a encontrar una solución, pese a que el presidente Iván Duque, tras ceder en dos ocasiones, ha dejado claro que “no hay más recursos” (ver Radiografía), pero los estudiantes se mantienen en que es necesario destinar esos recursos.
La líder Jennifer Pedraza, que ve con buenos ojos el llamado, asegura que el Gobierno puede sacar ese dinero del Icetex y, de esa manera, “no seguir endeudando a los colombianos”.
El propio presidente Duque reconoce que los reclamos estudiantiles son justos, pues reconoce que la deuda y la desfinanciación es histórica. La ministra de Educación, María Victoria Ángulo, manifestó durante la rendición de cuentas de los 100 días de gobierno, que “volvemos con una intención de sumar”, sobre todo por las pérdidas que provoca estar quietos que llegan, en el caso de la U. Nacional, a $2.000 millones diarios.
Alex Flórez, representante estudiantil, destaca que el punto de inflexión para levantar el paro es la voluntad política para diseñar un plan que permita sanear la deuda y aportar los recursos faltantes para este semestre. “Reconocemos las dificultades y que es imposible girar todos los recursos que se necesitan, pero el Gobierno debe mostrar verdadero interés”.
Ya son cuatro los líderes estudiantiles amenazados, lo que enciende una alerta. Se trata de Alejandro Palacio, Jennifer Pedraza, Alex Flórez y Carlos Gómez, quienes, pese al temor por estas intimidaciones que les han llegado por correos electrónicos o incluso abordándolos durante las movilizaciones, nos los van a detener, porque, como lo plantea Flórez, “es un reclamo justo”.
Pese a esto, el movimiento asegura que el Ministerio de Educación y la Unidad Nacional de Protección, UNP, han sido “diligentes” y han acelerado esquemas de seguridad, aunque Gómez aún espera una solución.
Así las cosas y con el temor por las amenazas contra su vida, los estudiantes se mantendrán en pie de lucha en aras de encontrar un acuerdo que permita conseguir los recursos que faltan para terminar el año y volver a las aulas. Hoy sigue el pulso.
Periodista de la Universidad del Quindío. De Calarcá.